Cambio de frente

Cambio de frente

Jorge Amor Ameal, apuntalado por el ídolo Juan Román Riquelme, se convirtió en el nuevo presidente de Boca al lograr una importante ventaja y el aval de casi el 53 por ciento del padrón de socios sobre el candidato oficialista Christian Gribaudo, poniendo fin a un cuarto de siglo de hegemonía macrista. Escrutadas la totalidad de las 143 mesas habilitadas, la lista “Juntos por Boca”, de Ameal y Mario Pergolini, logró el 52,92 por ciento de los votos (20.045), mientras que “La Mitad + vos”, que postula a Gribaudo y Juan Carlos Crespi obtuvo el 30,64 (11.607). En tercer lugar quedó el otro candidato opositor, José Beraldi, acompañado por Rodolfo Royco Ferrari, por la lista “Unidos para volver a ganar”, con 16,43 por ciento (6.225).

En una histórica jornada que batió récords de concurrencia a nivel sudamericano con 38.363 socios, Ameal y Pergolini se abrazaron a las 00:23 cuando sus seguidores empezaron a celebrar la victoria, cuando la tendencia era imposible de revertir. Así, Ameal vuelve a conducir al Xeneize, pero ahora siendo el presidente más votado del fútbol argentino.

Marcó la diferencia

Ameal gobernará el club de la Ribera hasta el 2023, y tendrá a Riquelme como conductor del fútbol profesional. “Este triunfo, por esta magnitud, se la debemos a Román, seguramente. Pero acá hay un equipo que trabajará para devolverle la transparencia a las actividades de Boca”, reflexionó Ameal tras conocerse los resultados finales.

El ídolo escogió el camino más difícil: pudo haberse quedado mirando los comicios desde afuera con la tranquilidad de saber que el que ganara lo iba a convocar para un lugar dentro del fútbol de la institución, ya que él había anunciado que tenía ganas de volver a participar activamente. Sin embargo y luego de escuchar también al otro candidato José Beraldi, decidió ser candidato a vicepresidente de Jorge Amor Ameal, quien había sido derrotado en los comicios pasados por el saliente Daniel Angelici, ya que no se había logrado la tan famosa “unidad” que él pidió por televisión.

Con la habilidad que tuvo siempre para manejar a los medios de comunicación y consciente del peso de su palabra, se encargó de gritar a los cuatro vientos que la gente vaya a sufragar de manera masiva y que lo hicieran temprano. Si bien no lo dijo públicamente, Román y su gente tenían el dato que la conducción saliente prefería una elección con bajo número de asistentes, ya que confiaban en que las peñas del interior (habitualmente vinculadas a los oficialismos) pudieran hacer diferencias. Conocedor del patio de su casa, como él mismo definió a la Bombonera, sabía que si iban pocos socios a las urnas, Gribaudo podía lograr un triunfo.

Salir de la versión móvil