El River de Marcelo Gallardo volvió a hacer lo imposible y a dejar indeleble su nombre en otra noche copera histórica. Con 20 bajas por coronavirus, un par de estrenos obligados de juveniles y Enzo Pérez como arquero improvisado, el Millonario derrotó 2-1 a Independiente Santa Fe por la quinta fecha de la Copa Libertadores y quedó como único líder del Grupo D.
No hubo tiempo ni siquiera para sufrir en Núñez en la etapa inicial. El conjunto de Marcelo Gallardo asumió de inmediato la idea de atacar a su par colombiano y disputar la pelota lo más lejos posible del arco defendido por el mediocampista, que se calzó los guantes y se plantó entre los postes del Estadio Monumental más allá de sus dolencias musculares.
Al minuto de juego, luego de una gran acción colectiva, Agustín Fontana quedó mano a mano con Leandro Castellanos, pero su remate salió centímetros desviado del palo izquierdo cafetero. Más allá de la chance desperdiciada de arranque, River no tardó mucho más en abrir el marcador y sorprender a todos: antes de los tres, Fontana volvió a quedar solo contra el guardameta tras un error en la defensa bogotana, el N°1 de Santa Fe le ahogó su disparo pero en el rebote, Fabrizio Angileri definió a la carrera y firmó el 1-0.
Las caras de asombro en el Antonio Vespucio Liberti fueron muchas más cuando, a los seis minutos, Julián Álvarez controló de espaldas un envío al área de Héctor Martínez y sacó un latigazo de mediavuelta para estirar la diferencia y establecer el 2-0. A partir de esa conquista, el Millonario sacó el pie del acelerador, intentó manejar la pelota y cerrarles los caminos a los colombianos para que no generen peligro en las cercanías de Enzo Pérez.
Antes de la media hora, el propio volante, que ya había atenazado varias pelotas aéreas sin problemas, voló hacia la ratonera izquierda y envió al tiro de esquina un intento lejano de Jeison Palacios. A los 36, Álvarez encontró una pelota boyando en zona de gol y tuvo el tercero del local en su pierna derecha, pero Castellanos se lució con una doble intervención a puro reflejo.
En el complemento, Independiente Santa Fe salió mentalizado en descontar rápido para soñar con la igualdad. A los cinco minutos, el conjunto colombiano buscó romper la última línea riverplatense con una pared entre Jorge Ramos y Diego Valdés, pero se encontró con el cruce de Jonatan Maidana y los guantes firmes del N°24.
A los ocho, Kevin Osorio sacó un zurdazo de aire pero, para fortuna de Enzo, la pelota se fue por un costado de su valla. A los gritos, Gallardo pidió que manejaran la pelota, pero la falta de cambios y el ritmo del encuentro repercutió en el físico de los futbolistas.
Más allá de eso, River trató de mantener firme su defensa, oxigenar el juego con Jorge Carrascal y José Paradela en el mediocampo y tratar de cerrar la noche con algún envío largo a Julián Álvarez, el más revulsivo de los atacantes. A los 28, Pérez, que le había tapado un débil intento a Osorio minutos atrás, nada pudo hacer frente al tiro esquinado del mismo futbolista. 2-1, un cuarto de hora restante y las piernas cada vez más cansadas en el local.
Pero River sacó pecho como suele hacerlo en los momentos difíciles, siguió peleando con alma y vida cada pelota y logró proteger el arco del mendocino. Carrascal, sobre el último silbatazo, tuvo la oportunidad para el 3-1, pero Castellanos contuvo su puntinazo. De igual manera, el reloj corrió y el Millonario festejó un triunfo histórico con un arquero improvisado y un plantel diezmado.
Con esta victoria, los del Muñeco se ubican líderes en solitario del Grupo D y tienen un pie y medio en los octavos de final de la Copa Libertadores. El próximo martes, desde las 19.15, buscarán sellar su pasaje ante el escolta Fluminense.