Un día como hoy, pero hace diez meses, la Selección argentina logró conquistar el mundo del fútbol de la mano de un Lionel Messi extraordinario y con la complicidad y eficacia de un equipo que traspasó la cancha para ganarse el corazón de los argentinos con su fútbol y anécdotas.
A lo largo de estos meses, los campeones del mundo en Qatar 2022 relataron anécdotas que sucedieron durante la copa y quedaron para la posteridad. En un nuevo aniversario de la gran conquista, se recopilaron las diez mejores anécdotas de la «Scaloneta» contadas por los protagonistas.
El amanecer de Messi con la Copa del Mundo
«Llegamos de madrugada a Buenos Aires y dormimos muy poquito. Creo que con el cambio de hora dormí una o dos horas como mucho. Eran las seis de la mañana y ya había prendido la tele y mi pieza da a la de Rodrigo (De Paul) y Otamendi, que están del otro lado. Y de pared a pared se escucha en el predio, entonces me habrán escuchado que fui al baño, que me levanté y prendí la tele. No sé por qué había terminado con la Copa esa noche, estaba en mi pieza, me la habían dejado. La tenía al lado mío, Rodrigo apareció, yo me puse así y me dijo: ´Vení que te hago la foto´ Rodri está acostumbrado a la foto… ja», recordó en diálogo con Olé.
Di María y el mensaje de su mujer antes de la final
«El mensaje se lo mandé porque lo había sentido en la Copa América anterior que ganamos, esa misma noche. Sabiendo de que no jugaba porque estaba jugando Nico (González) y de la nada a Leo (por Scaloni) se le ocurrió meterme de titular con Brasil y lo supe por la mañana. Le había mandado un mensaje parecido, con Italia hice lo mismo y ahora el de la final. Con Francia supe dos horas antes del partido que jugaba, ni tampoco imaginé que lo iba a hacer por izquierda. Pero el día anterior le escribí: ´Andá y disfrutá. Mañana vamos a ser campeones´. Así fue como lo que sentí», expresó en una entrevista con Olé.
Tagliafico y la visita de sus fans asiáticos a la concentración
«Estos chicos me siguen hace mucho. Me mandan mensajes todo el tiempo. Y el chico, me acuerdo, trabaja en China y dijo: «Dejo mi trabajo y me voy a Qatar para verte». Fue a todos los partidos y un día me dijo: «Nico. Voy a estar en la puerta del entrenamiento. Si podés salir, en algún momento».
Le dije: «Bueno. Dejame ver. Este entrenamiento es tranquilo y capaz termino antes». Les mandé la ubicación y traté de hacerlo lo más disimuladamente posible. Pero, claro, cuando llegué y me vieron ahí, empezó: «¡Nico! ¡Nico! ¡Nico!». Ahí se empezó a ser viral. Pero es un groso. Eso te hace dar cuenta de la magnitud de a dónde llega el fútbol y la pasión. Gente de China. A veces recibo cartas de diferentes países del mundo. Uno no se da cuenta lo que genera en otra persona y hoy en día vamos a estar aún más bajo la lupa. Entonces uno tiene que aprovechar ese momento para darse cuenta de que puede ser positivo para la gente y ser ejemplo para los nenes o gente de otros países».
La banda del palo santo
«Antes del Mundial, tuve cuatro días de fiebre y mucho dolor de garganta. Lo llamé a Marito, el utilero, y le pedí que vaya a comprar Palo Santo y sahumerios para prender. Nosotros fuimos a una universidad y allí pasó mucha gente, entonces no sabíamos con qué energía se encontraba en ese espacio. Prendimos palo santo con el fin de limpiar las energías que podía haber en ese lugar y que no nos contaminen… Empezamos prendiendo en la habitación y lo terminamos haciendo en toda la concentración. Nos despertábamos temprano para sentarnos en el balcón a tomar sol y prender un palo santo para agradecer, mientras visualizábamos el objetivo: la Copa del Mundo», contó Lisandro Martínez en TyC Sports.
El yogurt de «Dibu» Martínez
«A lo largo de toda la copa tuve mucha confianza para los partidos. En medio del Mundial hablaba con Marito y Juan en la utilería y les decía: ´Hoy me clavo tres yogures y mañana no nos meten gol´. Al otro día todos querían que me volviera a comer tres yogures. Se terminó volviendo en una cábala. Durante el Mundial comimos mil asados y yogures. Era gracioso porque Lucho, el nutricionista, siempre nos hacía un yogurt de soja para mantener la dieta. Mirá si yo iba a comer eso antes de jugar una final del mundo. ¿Cómo íbamos a comer eso? ¡Incomible! Siempre que ponía el yogurt de soja, lo mandaba a comprarme yogurt firme a un supermercado de Qatar, ja», contó el Dibu en AFA Estudio.
La cábala que tenían Julián Álvarez y el Chiqui Tapia en Qatar
«Mi cábala durante todo el Mundial era jugar al truco con el Chiqui. El truco tenía que ser dos días antes del partido, a la noche, y en la pieza del Chiqui. Yo jugaba con Lautaro y Enzo, y el Chiqui con Dani Ale, nuestro peluquero, y con el dirigente Luciano Nakis. La cábala comenzó después del partido contra Arabia y quedó hasta el final. Antes de cada partido de truco nos sacamos una foto para el recuerdo».
«Otra de las cábalas que teníamos con Chiqui y con Enzo era antes de la charla técnica previa a cada partido. Cuándo bajábamos en el ascensor antes de cada charla técnica, el Chiqui estaba ahí para saludarnos, a mí y a Enzo. Y si por algún motivo no coincidíamos, nos hacía volver para saludarnos y cumplir con la cábala», relató Julián en TyC Sports.
Chucky: el niño maldito que trajo suerte
«Chucky es una mascota que tiene mucho que ver con la Copa América y el inicio de este ciclo… Resulta que un día de 2021, entro a la utilería y veo un muñequito de Chucky que le faltaba un bracito y una pierna. Lo raro es que nadie sabía cómo había llegado ahí, entonces yo pregunté: ¿Quién trajo ese muñeco maldito? Y Juan Cruz, el utilero, me responde: ´Jefe, ese muñeco trae suerte. A mi hijo le dicen Chucky y me dio este muñequito cuando estuvimos aislados de nuestras familias en la Copa América, para que me acuerde de él y lo tenga en todos lados
«Entonces, hicimos una promesa para comprobar si ese muñeco tenía suerte: los siete que estábamos presentes en esa charla nos prometimos tatuarnos a Chucky si salíamos campeones de la Copa América. Después de ganar en Brasil, compré mi muñeco Chucky y lo llevo para todos lados», contó Claudio Tapia en AFA Estudio.
Oscuridad y velas en la previa
«Hay una anécdota muy buena y muy linda de esa noche. Hicimos casi siempre lo mismo: después de cenar nos juntábamos a jugar a las cartas y tipo una de la mañana nos íbamos a dormir. Cuando terminamos de hacer lo de siempre, con Gio Lo Celso y Rodri De Paul decidimos ir a utilería a ver si quedaba alguno de nuestros compañeros o algún utilero y estaba vacía».
«Nos sentamos los tres en un sillón, pusimos música, Gio prendió una vela y dijo ´pidamos un deseo´, seguramente que el deseo de los tres fue el mismo y después de eso sabíamos que era imposible que perdiéramos esa final», contó Leandro Paredes, en TyC Sports.
De Paul y su equipo de truco con Messi y Paredes.
«Yo hice equipo con Lea (Paredes) y con Leo (Messi). Habíamos salido campeones de truco en la Copa América y teníamos que defender el título. Arrancamos a jugar y cuando se dan los cruces, quedan todos los equipos picantes en el mismo lado de la llave. En los cuartos de final nos tocó contra el equipo de Ota y Fideo, que ya nos conocíamos de memoria porque jugábamos todos los días. Era como si nos tocaba jugar octavos del Mundial con Francia… Y bueno, en ese partido quedamos afuera. El campeonato de truco siguió y salió campeón el equipo del utilero, uno de los entrenadores de arqueros y un dirigente. Cuando termina el torneo, nos acercamos con Lea y Leo, y les proponemos hacer una Supercopa entre los campeones de truco de la Copa América, nosotros, y los del Mundial, ellos. Y como venían medio agrandados, aceptaron. Les dimos una paliza… terrible», contó en AFA Estudio.
La fiesta post eliminación de Brasil
Minutos antes del partido ante Países Bajos, la Selección Argentina se alegró por la eliminación de Brasil y el Alejandro Gómez recordó aquel momento.
«Salimos del micro, Brasil 1, Croacia 0. Dijimos Bueno, ya está, gana Brasil, ya está y nos enfrentamos… Dijimos ganamos nosotros, vamos con Brasil en semis, que iba a ser el más duro», comenzó el futbolista de Sevilla sobre ese 9 de diciembre en el que, en segundo turno, Argentina eliminó a Países Bajos. «Cuando llegamos al estadio gol de Croacia y ahí dijimos ´bueno ya está, es nuestra, si pierde Brasil es nuestra´. Teníamos que hacer la entrada en calor, cambiarnos y todos mirando los penales. Cuando clasifica Croacia empezamos a festejar como si hubiéramos ganado nosotros. Dijimos ya está, esta es la nuestra, ganamos hoy y vamos a la final. Y así fue. Ese era el partido bisagra porque sabíamos que era el empujón, que si ganábamos ese partido estábamos en la final», contó en D Sports.
De Paul contó que el festejo no le cayó bien a Scaloni: «Cuando Brasil erró el último penal festejamos y entró Scaloni, nos re puteó, nos cagó a pedos. Le decíamos ´nooo bueno Leo perdón´, quizás creyó que íbamos a salir relajados. Nos tocó un poco con eso», dijo en TyC Sports.