El tenista español Carlos Alcaraz reconoció ayer que está “triste” por su nivel mostrado en la derrota por 6-1, 6-3, 6-7(2) y 6-4 ante el alemán Alexander Zverev en los cuartos de final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, torneo al que llegaba “con mucha confianza”.
“Comenzar a ese nivel el partido fue una pena, pero de todas formas encontré la forma de romperle el saque otra vez y mantenerme en el partido. Tuve oportunidades, en el 4-3, en el cuarto, no las aproveché. Jugué un buen tenis en el cuarto set, obviamente no a mi mejor nivel, pero fue bueno”, dijo el español tras la caída.
Alcaraz lamentó sus “altibajos” en su tenis, además de no encontrar “un buen saque”, ante un Zverev que “restó muy bien”. “Fue duro lidiar con la presión. Eso es todo. Tengo que mejorar”, agregó.
“Estoy triste con mi nivel, venía sacando bien y con mucha confianza”, reiteró, aunque “ha sido un buen torneo” para el murciano, “contento” por haber llegado hasta cuartos de final. “Jugué grandes partidos y, obviamente, una eliminatoria de un Grand Slam está bien. No es lo que buscaba, pero no está mal”, añadió.
“No sé qué decir. No sé qué ha pasado. Lo que he dicho, tengo que ver qué ha pasado y hablar con mi equipo, porque estoy ahora mismo en caliente y no sé qué conclusiones sacar. Seguro que ellos me dirán las cosas como son y de ahí mejoraremos. Seguro que en un futuro lo iré mejorando, seguro, porque si quiero ganar más Grand Slams, este tipo de cosas tengo que mejorarlas. Si esto me pasa, volver no es imposible, pero sí muy complicado ante este tipo de jugadores, el remontar los partidos”, admitió.
Zverev enfrentará en la semifinal al ruso Daniil Medvedev, número tres del mundo, que ayer venció al polaco Hubert Hurkacz (9) por 7-6 (7-4 el tie break), 2-6, 6-3, 5-7 y 6-4. La restante semifinal será protagonizada por el serbio uno del mundo, Novak Djokovic, y el italiano Jannik Sinner (4).