La capitana de una época: Victoria Arrieto y el Belgrano que hizo historia

Belgrano

El 2025 quedará marcado para siempre en la historia de Belgrano y del fútbol femenino cordobés. Dos títulos, una provincia representada en lo más alto y un logro inédito: la clasificación a la Copa Libertadores. En el centro de esa escena aparece Victoria Arrieto, “La Colo”, capitana y emblema de un proceso que llevó años, batallas y convicciones profundas.

“No terminé de caer en la dimensión de todo lo que conseguimos porque fue todo muy rápido. Fueron muchas cosas juntas: la clasificación a la copa, la gente, el campeonato… Creo que voy a ir cayendo de a poco”, admite la mediocampista. Esa sensación de vértigo resume una temporada que cambió la historia del club.

El primer título de Primera no solo fue un logro para Belgrano, sino también para todo el fútbol femenino de Córdoba. La Colo recuerda que sabían lo que estaba en juego, pero que el foco siempre estuvo puesto en el camino. “Sabíamos que si éramos campeonas íbamos a ser el primer club cordobés en AFA en conseguir este título, pero primero había que lograrlo”, remarca. Y agrega que la verdadera toma de conciencia llegó después, con los reconocimientos institucionales: “Ahí es cuando nos damos cuenta y es algo muy lindo dejar a la provincia en lo más alto”.

La final ante Racing, con desventaja en la ida, fue una prueba emocional clave. Arrieto cuenta que esa semana previa fue intensa, pero también fortalecedora. “Fue difícil por el resultado en contra, pero después fue pensar en la vuelta, en nuestra cancha, en nuestra gente. Todas decíamos ‘quedan 90 más, vamos a poder’”, recuerda. Para la capitana, esa convicción colectiva fue determinante: “Si alguien dudaba, nosotras nos encargamos de hacer sentir lo contrario”.

El Gigante de Alberdi repleto, con más de 26 mil personas, fue otro hito imborrable. Lejos de sorprenderse, Arrieto lo vivió como una confirmación del vínculo con la gente. “Sabía que la gente de Belgrano no nos iba a fallar, siempre estuvo”, señala. El momento exacto en el que sintió que el título estaba cerca también quedó grabado: “Cuando agarré esa última pelota y me la llevé hasta la línea, dije ‘listo, ya está’. Y enseguida terminó el partido”.

Para La Colo, aquella final tuvo fútbol, pero también mucho más. “El fútbol estuvo a la vista, pero de alma también tuvo mucho. Esa final, la anterior, las semis… todos los partidos tuvieron un poco de corazón”, sostiene. Ese mismo espíritu apareció una semana después, en San Francisco, cuando el Trofeo de Campeonas se definió por penales ante Newell’s.

Arrieto explica que el equipo llegó con el desgaste lógico, pero con un objetivo claro. “Era un premio más, llevar al club a lo más alto, a una copa internacional. Sabíamos todo lo que nos jugábamos”, dice. En los penales, la confianza fue total. El desenlace fue tan emocionante como liberador. “Cuando Agus (Sánchez) ataja primero, ya dije ‘es nuestro’. Después, cuando ella fue a patear, tenía toda la confianza”, relata. Tras la consagración, las emociones se desbordaron: “Lloré todo lo que no había llorado. Se me vino encima todo el camino, todo el año”.

Ese recorrido incluye su llegada a Belgrano en 2018, primero a préstamo desde Universitario y luego con un pase que se hizo famoso por haberse cerrado por “18 pelotas”. Arrieto lo recuerda con orgullo y gratitud. “Lo de las 18 pelotas nunca supe bien cómo fue, porque no estuve en eso. Fue algo que el club lo arregló y ni siquiera sé si fue fácil. Siempre fui muy agradecida al club donde estuve antes, pero hoy estar acá, ser campeona y capitana, es una felicidad enorme”, afirma. Y subraya el valor de haberlo logrado con muchas de las mismas compañeras con las que ascendieron.

Con dos ascensos, años de lucha y ahora el primer título de Primera, La Colo siente que hoy es una jugadora distinta. “Nos encuentra con una madurez muy distinta. Me siento completa, siento que cumplí un sueño con el club y que sea acá, en nuestra provincia”, dice.

Sobre el liderazgo, es clara: no cree en figuras únicas. “No soy yo sola la que lidera. Somos distintas capitanas”, explica. Para ella, la clave estuvo en la continuidad y el respaldo del club: “El club confió siempre, nos apoyó y muchas de las que iniciamos seguimos hoy. Yo me manejo como mis compañeras lo piden y como mis compañeras lo necesitan”.

El mural con su imagen en Alberdi es otro símbolo de esa pertenencia. “Nunca lo imaginé. Verlo ahí, en nuestro barrio, es una locura”, confiesa, todavía con asombro. “Alberdi es nuestra casa, es nuestro barrio, es algo que te identifica mucho con el club, con los colores”.

Arrieto también destaca el rol de Mariana “Pomu” Sánchez en la conducción del equipo. “Fue difícil el cambio porque hasta hace poco era compañera, pero supimos respetar su lugar. Conocernos ayudó mucho”, reconoce.

La clasificación a la Copa Libertadores marca un antes y un después. “Siempre pensé que me iba a tener que ir a Buenos Aires. Hoy todo el mundo quiere venir a Córdoba”, dice con orgullo. Para ella, ese es uno de los mayores logros del proyecto.

Finalmente, define al Belgrano campeón desde sus valores. “La humildad, el respeto y saber que venimos de abajo. Tenemos un hambre terrible por ganar y no conformarnos”, resume. Y aunque muchos sueños ya se cumplieron, La Colo no se detiene: “Hoy mi sueño es jugar la Libertadores. Y algún día, ganarla. Pero siempre, siempre, que el club quede en lo más alto”.

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