La lluvia y las nubes grises no fueron suficientes para tapar una ceremonia de apertura que quedará en los rincones más importantes de la historia del olimpismo.
En un momento inolvidable para la retina de los fanáticos de los Juegos Olímpicos, París 2024 marcó un hito histórico: fue la primera ocasión en la que el puntapié formal salió de un estadio. Los organizadores decidieron apostar por una presentación a todo trapo. No escatimaron en gastos y llevaron el evento al agua, donde las 206 delegaciones recorrieron -a bordo de 94 barcazas- el río Sena y flamearon las banderas de sus países.
Los argentinos -con Luciano De Cecco y Rocío Sánchez Moccia, los abanderados, a la cabeza- compartieron embarcación con Arabia Saudita, Antigua y Barbuda, Aruba y Armenia. El evento arrancó en el Puente de Austerlitz, al este de la ciudad, y finalizó en el show de luces de la Torre Eiffel, al oeste.
Yendo y viniendo con los barcos y los atletas, la transmisión tuvo tiempo para exhibir sitios icónicos de la capital francesa (los Inválidos, el Grand Palais, Notre-Dame, el Museo del Louvre, la Casa de la Moneda y más).
Además, Lady Gaga, Gorija y Marina Viotti se encargaron de ponerle voz en vivo a un acontecimiento que duró casi cuatro horas y mantuvo en vilo a los fanáticos del deporte. La expectativa era enorme y todo lo planificado por el el actor, comediante y director de teatro francés, Thomas Jolly, salió a la perfección. O casi todo, porque hubo dos cosas que no pudieron ser guionadas: los atletas de Argelia lanzaron flores al río en homenaje a sus compatriotas que allí habían muerto ahogados en 1961 durante la Masacre de París y, más tarde, repitió el grupo de Níger, que hizo el saludo de militar para recordar la liberación como colonia.
Al mismo tiempo, los locales aparecieron con su barco detrás de Estados Unidos y Australia, que serán los próximos en albergar la cita (Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032), y le dieron el punto final al desfile, aunque no a la obra.
Tanto es así que los relevos en la antorcha prosiguieron en el Sena y en un momento hubo un reconocimiento a cada una de las ediciones. Desde Atenas 1896 hasta Tokio 2020. El objetivo fue recordar a deportistas históricos (Zatopek, Comaneci, Spitz, Jordan, Federer, Bolt, Phelps) y los hitos que marcaron una época en cada Juego. Y todo sirvió de prólogo para darle la llegada a la bandera olímpica al Trocadero, donde esperaba el famoso pebetero para el momento más esperado: el que le dio la bienvenida a París 2024.