Representar al país es un sueño para todo deportista.Y para algunos, se cumple. Este es el caso de los cordobeses Ignacio Céliz y Lucas Silva. No solo se convirtieron en jugadores de la Selección Argentina sino que, además, fueron confirmados en el plantel que nos representará en el próximo Mundial de básquet en silla de ruedas.
Sus historias tienen mucho en común; esfuerzo, sacrificio y superación. La meta de ser los mejores en su disciplina y vestir la camiseta albiceleste se cumplió para ellos y también para quienes los acompañan y alientan a lograr esos sueños.
El Mundial se llevará a cabo en Dubai, del 9 al 20 de junio. Como parte de la preparación, partieron a Francia, donde jugarán un partido amistoso para empezar a delinear cuestiones estratégicas, tácticas y la filosofía del equipo.
Argentina forma parte del grupo C junto a Países Bajos, Corea del Norte y Francia. El fixture está conformado por cuatro grupos de cuatro equipos cada uno, y la posición final dentro del mismo, será determinante para los cruces en instancias decisivas.
El sueño de formar parte de los 12 jugadores
“Es uno de los torneos más importantes que me va a tocar jugar y para lo que me venía preparando. Lo que quería conseguir, era una de mis metas poder integrar los 12 que van a jugar un Mundial”, compartió Ignacio.
La importancia de practicar deportes y perseguir los sueños con perseverancia fueron instancias que los marcaron a fuego. Descubrieron las múltiples opciones que Córdoba les brindaba en deportes adaptados y terminaron optando por el básquet.
En cuanto a su experiencia personal, Ignacio aseguró que “el deporte te ayuda a crecer como persona, te enseña a viajar solo y da la posibilidad de visitar lugares maravillosos, sin dejar de lado la gratitud de conocer y compartir su historia con otros compañeros que tienen la misma u otra discapacidad”.
Un gran paso por la Copa América y expectativas para este mundial
El equipo argentino se destacó por su desempeño en el torneo jugado en Brasil en 2022, alcanzando un inolvidable subcampeonato y ahora se propone superar el rendimiento de lo que fue el último Mundial disputado en 2018. En dicho certamen, Argentina finalizó en el sexto lugar.
“Tenemos que darnos cuenta de que es un mundial y que va a ser mucho más duro; que ya no tiene nada que ver con lo que hicimos el año pasado. Tenemos que dar vuelta la página y pensar que este torneo va a ser muchísimo más complicado que la Copa América”, compartió Lucas.
Rumbo a la concentración, el grupo se prepara físicamente y apuesta a dar lo mejor: “Estamos tratando de armarnos bien físicamente para estar y acompañar a los jugadores que por ahí tienen mucho más minutos y los jóvenes tenemos que dar lo mejor para que ellos jueguen fuerte”, señaló Lucas.
Son días de nervios y ansiedad pero también de mucha felicidad. Los deportistas están motivados e ilusionados en defender la camiseta de la selección Argentina en este mundial. El momento que vienen soñando desde su primera vez en una cancha de básquet está a punto de volverse realidad.