Cristiano Ronaldo encontró en el fútbol árabe lo que fue a buscar: un contrato millonario, el rol protagónico dentro de la cancha que no había tenido en su última etapa en Manchester United y una liga de menor exigencia que le permite convertir goles, goles y más goles. Convirtió un doblete en la victoria 3-1 como visitante en el derbi ante Al Hilal y, de esta manera, Al Nassr marcha tercero a seis puntos del líder Al Ittihad, el equipo de su ex compañero Karim Benzema.
«Messi, Messi, Messi…», habían gritado los hinchas presentes en el Kingdom Arena, con capacidad para 26.000 espectadores, provocando al portugués, algo que ya se ha visto en muchos estadios en Arabia Saudita. El partido iba 0-0. Y el ganador de cinco balones de oro, tres menos que Leo, respondió donde mejor sabe hacerlo.
Primero, a los dos minutos del segundo tiempo, capturó un rebote dentro del área tras una escapada por la izquierda de Sadio Mané, otro con pasado de gloria en el fútbol europeo, y convirtió el 2-0. Previamente, en tiempo de descuento de la primera mitad, Ali Al-Hasan había abierto el marcador. Y ya en el final, de penal, fuerte al medio, anotó el 3-1 definitivo.
Así, CR7 acumula 23 goles en sus últimos 22 partidos disputados, lleva convertidos 94 en su actual club y suma 931 en toda su carrera, lo que lo afianza como el máximo anotador en la historia del fútbol. Se suman los que convirtió con Real Madrid (450), Manchester United (145), Juventus (101), Sporting de Lisboa (5) y la selección Mayor de Portugal (136). Messi, en tanto, lo escolta con 861.