En los últimos años, el pádel ha experimentado un crecimiento sin precedentes, consolidándose como uno de los deportes con mayor expansión a nivel global. Este deporte de raqueta, que inicialmente se jugaba en algunas zonas de América Latina, cautiva a jugadores de todas las edades en Europa, Asia y América, gracias a su accesibilidad, dinamismo y formato de juego que promueve la interacción social. Desde su origen en México en la década de 1960, el pádel tuvo varias etapas de expansión, pero es en las últimas décadas, especialmente tras la pandemia, cuando alcanzó mayor popularidad.
El pádel, creado por Enrique Corcuera en 1969, se juega en una pista cerrada con paredes, lo que lo diferencia del tenis tradicional. Las dimensiones reducidas del campo y las reglas adaptadas permiten un juego más rápido y dinámico. Se juega en parejas y utiliza una pelota similar a la de tenis, pero con menos presión, lo que genera intercambios más largos y entretenidos. Una de las grandes ventajas de este deporte es su curva de aprendizaje accesible, permitiendo a los jugadores disfrutar del juego desde sus primeros encuentros sin necesidad de ser expertos. Esta facilidad ha favorecido su crecimiento, especialmente entre personas que buscan una actividad recreativa y social.
La popularidad del pádel en América Latina es particularmente destacada, con países como Argentina, Brasil y Chile que lideran la expansión, y han visto un incremento significativo en la construcción de clubes especializados, así como la organización de torneos internacionales que convocan a miles de jugadores. En particular, el pádel ha ganado terreno en la región desde las décadas de 1980 y 1990, cuando comenzó a difundirse en países como Argentina, Brasil y Uruguay. Hoy en día, América Latina no solo es un centro importante para el deporte, sino que también es un motor económico y social, con un crecimiento continuo que está marcando tendencias en todo el mundo.
El impacto en las cifras globales
Según el World Padel Report 2024 de la Federación Internacional de Pádel (IPF), América Latina representa aproximadamente el 30% de los 30 millones de jugadores amateurs de pádel a nivel mundial. Esta cifra refleja el auge de la disciplina, que se ha consolidado como una de las más practicadas en la región. En 2024, según datos de la plataforma, el pádel y el tenis fueron los deportes más populares en América Latina, con 3,7 millones de reservas, un incremento del 20% respecto al año anterior. El pádel lideró esta lista con 2,2 millones de reservas, superando al tenis, que registró 1,5 millones.
En cuanto a la distribución por países, Chile es uno de los más destacados en la afición por los deportes de raqueta, con 2,9 millones de reservas en 2024. Le siguen Colombia con 900 mil y Ecuador con aproximadamente 400 mil. Brasil, Argentina, México, Perú y Panamá también mostraron un crecimiento importante en la práctica del pádel, con 500 mil reservas en total, lo que subraya la tendencia creciente del deporte en toda la región.
El caso de Argentina: una pasión nacional
Si bien el pádel es popular en toda América Latina, en Argentina se ha convertido en una verdadera pasión nacional. El auge del deporte en el país comenzó en los años 90, pero ha sido en las últimas dos décadas cuando su crecimiento ha sido más notable. La pandemia de COVID-19 jugó un papel clave en este proceso, ya que el pádel se presentó como una de las pocas opciones deportivas viables durante el confinamiento, atrayendo a nuevos jugadores.
Argentina, con más de 4.900 canchas distribuidas en 2.600 clubes, ocupa el cuarto lugar mundial en cantidad de instalaciones, solo detrás de España, Italia y Suecia. Además, muchas de las nuevas canchas cuentan con césped sintético para evitar lesiones y paredes de acrílico, mejorando la experiencia de juego. A lo largo y ancho del país, el pádel ha trascendido las grandes ciudades, con provincias como Córdoba experimentando un crecimiento acelerado en el número de instalaciones. Según Esteban Biasi, presidente de la Federación de Pádel de la Provincia de Córdoba, la región ha visto un aumento notable en la construcción de complejos deportivos que no solo ofrecen canchas, sino también venta de equipamiento especializado.
El talento argentino en el pádel también se destaca a nivel global. Con aproximadamente 2,1 millones de jugadores, el país se sitúa entre las naciones con mayor número de aficionados, solo superado por España. En 2024, cinco de los diez mejores jugadores del ranking de la Federación Internacional de Pádel (FIP) son argentinos: Agustín Tapia, Martín Di Nenno, Federico Chingotto, Franco Stupaczuk y Fernando Belasteguín. Este último, considerado una leyenda del deporte, sigue siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de jugadores.