Instituto y Villa Dálmine empataron 0-0 en el Monumental de Alta Córdoba, por la fecha 31 de la Primera Nacional. Un resultado que podría haber favorecido más a la Gloria, que pudo haberse quedado con los tres puntos luego de haber protagonizado un buen segundo tiempo, aunque con más ganas que ideas. En contrapartida, un punto de oro de visitante consiguió el equipo de Campana, que pelea por la permanencia.
El Albirrojo dejó pasar una chance inmejorable de volver a meterse en la pelea, pero no encontró nunca los caminos para poder desarrollar cómodamente su juego.
El encuentro comenzó muy friccionado en Alta Córdoba. Los primeros minutos se vivieron a pura infracción de un lado y del otro en la mitad de la cancha y ya había dos amonestados antes de los 25′, Corda en la Gloria y Haberkorn en la visita.
Los desbordes de Gregorio Rodríguez y los remates de media distancia de Franco Watson fueron las dos herramientas a las que apostó Instituto, ante la dificultad de poder generar juego con comodidad frente a un Dálmine que también intentó presionar bien alto y actuó bien en la marca.
La imprecisión fue la constante en la ofensiva albirroja, con remates muy desviados o centros imprecisos ante los que Lucas Bovaglio mostró su descontento.
A los 34′, como si fuera poco, se vivieron momentos de tensión luego de que desde la popular arrojaran un petardo que explotó a metros del arquero de Villa Dálmine, quién terminó tendido en el césped durante varios minutos. Ante esta agresión, la hinchada de la Gloria entonó «que se vayan todos, que no quede ni uno solo», aludiendo a la parcialidad de la barrabrava que se ubica en la tribuna sur.
A los 39′ llegó la jugada más clara hasta el momento de la primera mitad y fue para la visita. Nouet recibió sólo en el área de Carranza, pero el Loco logró despejar el fuerte remate del rival en un mano a mano muy complicado.
La más clara de Instituto llegó en el cierre del primer tiempo, a los 46′, luego de un centro de Gregorio Rodríguez que peinó uno de sus compañeros en el área y que Cucchi no pudo empujar estando abajo del arco.
Una imagen muy distinta a la habitual se vio en Instituto, que no entró nunca en partido en los primeros 45′ y sólo llegó en casos aislados. Al mismo tiempo, los de Bovaglio tuvieron al frente un rival que se plantó y vino convencido a Córdoba para no perder puntos en la pelea por la permanencia.
En el complemento, Dálmine desplegó sus líneas en campo propio y esperó a Instituto, a diferencia de lo que sucedió en el primer tiempo. En el local ingresaron Pombo y Mazzola en reemplazo de Graciani y Cucchi, modificaciones que el entrenador realizó buscando avivar el ataque ante la pobre imagen que dejaron en la primera mitad.
Y funcionó. Los cambios surtieron efecto ya que fue Instituto el que se adueñó de la pelota y presionó bien arriba, ante un rival que apostó al contragolpe.
A los 12′, Carranza nuevamente sacó a relucir su experiencia para mantener el arco en cero, luego de un desborde de Dálmine en el que Juan Zárate terminó mano a mano con el Loco y el uno cerró muy bien para mandarla al córner.
La Gloria tuvo una seguidilla de llegadas para marcar el dominio del partido en el complemento, pero la más clara llegó a los 29′ luego de que Mazzola cabeceara de palomita bajo el arco y la pelota se vaya apenas por encima del travesaño en una de las más importantes del partido.
Pese a haber dejado una mejor imagen en el segundo tiempo, Instituto no pudo romper el cero y el empate dejó la sensación de que el equipo mereció más por el empuje y las constantes intenciones de poder convertir. Pese a esto, el equipo de Bovaglio no estuvo fino en las definiciones y le faltó eficacia para haber conseguido algo más en un partido que podría haber sido trascendental de cara al futuro.
En la próxima fecha, Instituto visitará a Almirante Brown.