Lionel Messi volvió a encender la ilusión mundialista. A horas del sorteo de la fase de grupos del Mundial 2026 —una cita que podría marcar su sexta participación en la Copa del Mundo— el capitán argentino habló de todo: su deseo de estar, la competitividad de la Selección, el liderazgo de Lionel Scaloni y el presente de sus socios futbolísticos.
Sin confirmar su presencia, Messi dejó una frase que retumbó en todo el país: “Ojalá pueda estar, me encantaría estar. Voy a ir día a día, siendo sincero y realista”. El rosarino contó que se sintió pleno durante la temporada, con una gran cantidad de partidos en la MLS, una liga que definió como “muy física” y exigente por la cantidad de viajes.
Sobre las chances de la Albiceleste en 2026, Messi fue tan prudente como optimista: “Este grupo va a pelear seguro. Lo va a volver a intentar y va a dejar todo”, aunque remarcó que en un Mundial “por pequeños detalles podés quedar afuera”. En ese sentido, recordó que en Qatar 2022, pese a ser superiores a Países Bajos y Francia, la definición dependió de los penales y de “la bestia del Dibu”.
Scaloni, el grupo y los “insoportables” de siempre
Messi elogió una vez más a Lionel Scaloni, con quien mantiene una “relación de mucha confianza”. Destacó como mayor virtud del técnico su cercanía con los jugadores y su lectura humana del vestuario. “Es un grupo espectacular, de chicos ganadores”, resumió.
También hubo espacio para el humor al hablar de Rodrigo De Paul y Leandro Paredes: “Son insoportables, peores que yo… pero afuera son dos pibes extraordinarios”. El rosarino se permitió hablar del fútbol argentino, puntualmente sobre el regreso de Paredes a Boca, fue claro: “Le dio un cambio grande al equipo, sobre todo de local”, por su capacidad para ordenar el mediocampo. “Me alegra porque es un chico que es un amigo y lo quiero mucho. Él tenía muchas ganas de volver, de jugar en Boca, y que le esté yendo bien, mucho mejor”, concluyó.
Guardiola y el recuerdo más personal
Consultado por Pep Guardiola, Messi no dudó: “A la hora de ver las cosas, de preparar los partidos, de transmitir a los jugadores, es muy completo. Es el mejor y tuvimos la suerte de tenerlo en Barcelona y que se juntó con los jugadores que estábamos y se unieron las piezas justas con lo que él pretendía para conseguir todo lo que se consiguió”. El capitán argentino recordó anécdotas de su época en Barcelona, como las discusiones por viajar a Rosario en las Fiestas, siempre zanjadas con el permiso del entrenador: “Tuve, entre comillas, discusiones con Pep porque muchas veces no quería o las fechas no daban. Pero siempre me entendió, me dejó y me dio permiso. Para mí eso era un inflador”.