El Gobierno de Javier Milei, mediante una resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ) adoptada ayer, suspendió la re-reelección anticipada del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y profundizó una batalla que excede las cuestiones futbolísticas y se traslada a la política y también los negocios.
La decisión administrativa en concreto suspende una asamblea en la que, además de la proclamación por lista única del líder de Barracas Central, se iba a definir la suspensión de los descensos y la mudanza de la ciudad de Buenos Aires a la provincia.
De acuerdo al documento de la IGJ, el organismo dependiente del Ministerio de Justicia determinó “declarar la irregularidad e ineficacia total a los efectos administrativos de la convocatoria a Asamblea General Ordinaria de la AFA para el 17 de octubre”.
El organismo de control solo permite que ese día se aprueben el balance y los libros, pero le ordena abstenerse de avanzar con otra definición, tras tomar posición frente a un pedido de suspensión que presentó el Talleres.
La decisión del organismo que preside el titular de la IGJ, Daniel Roque Vítolo, fue notificada al juez Christian Ricardo Pettis, que entiende en una causa que había iniciado el tesorero Pablo Toviggino para impedir la intervención de la IGJ. Este proceso abierto, es al que apelarán los letrados de la Asociación del Fútbol Argentina para intentar sostener la asamblea cuestionada por la Inspección General de Justicia, que depende del ministro Mariano Cúneo Libarona.
En ese sentido, la AFA está convencida de que la Asamblea de mañana se realizará tal como estaba prevista. Es decir que los 46 representantes convocados para las 16 en el predio Lionel Andrés Messi, de Ezeiza, podrán reelegir a Tapia al frente de la entidad hasta octubre de 2028, cambiar la jurisdicción de la razón social y mudarse de Capital Federal a la provincia de Buenos Aires y suspender los dos descensos en la Liga Profesional, que a partir del próximo año pasaría a tener 30 equipos. “Esto de Talleres y el gobierno nos tiene sin cuidado”, dijo un allegado a la “gestión Tapia” bien por lo bajo.