A los 80 años, falleció este domingo Hugo Orlando Gatti, el “Loco”, quien se consideró un discípulo y un heredero de Amadeo Carrizo y forjó un estilo que quedó marcado para siempre.
Fuentes del Ministerio de Salud de Buenos Aires confirmaron el fallecimiento del ex arquero cerca de las 17.30. Llevaba dos meses internado en el Hospital Pirovano por un cuadro de neumonía, y su familia decidió quitarle el respirador porque su estado de salud era ya irreversible, según informaron. El ex arquero de Boca pasó sus últimos momentos en compañía de sus hijos Federico y Lucas.
Gatti repartía sus días entre Argentina y España, el país en el que eligió radicarse hace ya varios años. No le gustaba el frío, por lo que este verano llegó a nuestro país, donde sufrió, hace casi dos meses, una caída que le provocó una fractura de cadera. Fue internado en el hospital, y luego de la cirugía su estado se complicó al contraer un virus hospitalario que derivó en una neumonía y una insuficiencia renal.
El “Loco” tiene el récord de partidos disputados en primera división, con 765, a lo largo de 25 años (1962/88), entre Atlanta, River, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión y Boca. También posee la plusmarca de penales atajados entre los arqueros argentinos, con 26, ninguno más trascendente que el que le desvió a Vanderlei (Cruzeiro) y le dio a Boca su primera Copa Libertadores, en 1977.
Gatti se hizo un lógico merecedor del apodo Loco por su espíritu alegre para interpretar el fútbol como un espectáculo, un show. Consideraba que el hincha que iba a la cancha debía llevarse algo más que un resultado. Y él se lo ofrecía con un estilo audaz, atrevido, que para muchos conservadores era fronterizo con la temeridad.
Por derecho propio, Gatti integra la galería de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino.