Independiente y Racing igualaron 1-1 ayer, en una nueva edición del clásico de Avellaneda disputado en el estadio Libertadores de América. El delantero Martín Cauteruccio abrió el marcador para el Rojo, mientras que para la Academia igualó el paraguayo Matías Rojas con un polémico penal.
El partido comenzó siendo parejo, con los nervios típicos de un clásico, y con ninguno de los dos equipos como claro dominador del juego. A los 19 minutos de la primera etapa, una jugada por derecha que tuvo a Mauricio Cuero como protagonista y en donde el local aprovechó la floja respuesta defensiva de la Academia, terminó en gol Cauteruccio con un remate potente y certero desde afuera del área.
Pero un discutible penal a favor para Racing que Rojas cambió por gol a los 38 minutos le dio al partido la paridad en un momento en el que Racing estaba creciendo en el juego. El juez del encuentro, Yael Falcon Pérez, pitó la pena máxima por un agarrón que claramente fue afuera del área, y que el VAR no lo llamó para corregir.
La decisión generó el enojo de todo el estadio, y el empate no le sirvió a ninguno: Independiente no pudo salir del fondo y llegó a 11 encuentro sin victorias (solo ganó en el debut), y Racing no pudo treparse al lote de los de arriba.