El fallecimiento del mediocampista de Atlético Tucumán Andrés Balanta, fallecido hoy a los 22 años durante el segundo día de pretemporada del plantel dirigido por Lucas Pusineri, provocó un profundo dolor en todos los ámbitos del fútbol argentino y de Colombia, su país de origen.
Balanta, que el 18 de enero hubiese cumplido 23 años, participó ayer del primer día de pretemporada junto al resto de sus compañeros plantel del «Decano» y hoy se descompensó durante la práctica vespertina, por lo que debió ser trasladado de urgencia al hospital Centro de Salud Zenón Santillán.
El futbolista fue auxiliado de urgencia por los médicos del lugar que trataron de reanimarlo, pero a los pocos minutos se confirmó el fallecimiento.
Balanta había llegado a Atlético Tucumán en junio de este año por pedido del director técnico Lucas Pusineri, que lo conocía de su paso por Deportivo Cali, de Colombia.
«Siempre tuvimos una relación profesional. Estoy muy agradecido con él, porque en mis inicios me dio una mano y obtuve continuidad», señaló el colombiano en ese momento, en declaraciones que reprodujo hoy el diario tucumano La Gaceta.
Balanta jugó en siete partidos del «Decano» que peleó la Liga Profesional de Fútbol (LP) hasta las últimas fechas y se preparaba para tener un mayor protagonismo en el próximo certamen de la Liga Profesional.
Tanto sus compañeros como el cuerpo técnico y dirigentes de Atlético Tucumán se agolparon en la guardia del hospital Centro de Salud con gestos de evidente desconsuelo por el desenlace de la situación, acongojados ante la noticia del fallecimiento de Balanta.
«Los detalles de lo ocurrido los dará en su momento el Ministerio Pública Fiscal (MPF), que intervino como cuando ocurren situaciones de esta índole, y el Ministerio de Salud Pública porque fue asistido en el Centro de Salud ‘Zenón Santillán’ que es el lugar más cercano al estadio donde se realizaba la práctica», informó el vicepresidente segundo Ignacio Golobisky.
El dirigente, que estuvo acompañado por sus pares Gabriel Alperovich (vice primero), Gonzalo Carrillo (vice tercero) y Mario Ávila en la conferencia de prensa realizada en el Monumental, manifestó su tristeza por lo ocurrido.
«Estamos destruidos, no hay otra palabra. Estuvimos todos en el hospital», indicó por su parte Alperovich.
El futbolista caleño era uno de los jugadores más queridos en el plantel por su carisma y su don de gente y eso se observó en el Centro de Salud donde se manifestaron los gestos de desconsuelo de todos sus compañeros.
Balanta había sufrido tres años atrás un problema similar por el que tuvo que ser hospitalizado, cuando jugaba en Deportivo Cali.
Según el sitio Futbolred.com en 2019, el oriundo del Valle de Cauca también se descompensó en medio de un entrenamiento y debió ser internado en el Centro Médico Imbanaco.
«Fue internado luego de sufrir un síncope (leve desmayo) al finalizar una práctica, pero la resonancia magnética y el electrocardiograma posteriores no mostraron nada anormal», señaló oportunamente ese medio.
El médico del club caleño, Gustavo Portela, explicó entonces en declaraciones periodísticas que un «síncope tiene multiplicidad de factores: metabólicos, descompensaciones de azúcar, hormonales, problemas de arritmia y neurológicos. Pero todos los exámenes que le hicimos dieron resultados totalmente normales”.
“Por eso creemos que fue un síncope de tipo metabólico por una baja de glucosa, por lo que no existe ninguna situación que nos lleve a preocuparnos. Igualmente le colocamos un holter (máquina que registra los ritmos cardíacos)”, advirtió entonces Portela, en declaraciones que recreó La Gaceta y podrían contribuir para verificar las causas del fallecimiento de Balanta.
La AFA, la Federación Colombiana y distintos protagonistas y estamentos del fútbol nacional e internacional mostraron hoy su pesar y consternación por lo sucedido con Andrés Felipe Balanta Cifuentes, el nombre completo de este futbolista que trasladó sus sueños desde su país a la Argentina y hoy le quedaron truncos mientras hacía lo que más quería: jugar al fútbol.