El Club Taborin vive días históricos. Por primera vez se disputará un torneo sudamericano de clubes campeones, y la sede será cordobesa. Este se llevará a cabo este sábado y domingo en el club Taborin, desde las 10.30 y con entrada libre y gratuita. Además del conjunto cordobés, competirán el Melina Rugby de Brasil, la Universidad Católica de Chile y el Círculo de Tenis de Montevideo, Uruguay. Para Gustavo Piñero, coordinador del rugby femenino del club, se trata de un orgullo inmenso y también de un gran desafío: “Es un punto de partida para elevar el nivel del rugby femenino en la región”, explicó en diálogo con HOY DÍA CÓRDOBA, con la mirada puesta no solo en la competencia, sino también en lo que definió como un “mini congreso” entre países para consensuar estrategias de crecimiento. “Realmente es un orgullo y un desafío muy grande”, dijo.
La iniciativa se enmarca en una serie de eventos internacionales que Córdoba viene impulsando. Piñero recordó que el año pasado ya se organizó un Pre-sudamericano, y que en julio se disputará un Pre-panamericano, preparatorio para el torneo continental de agosto en Paraguay. Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay volverán a decir presente. “El objetivo es claro: darles a las chicas la mayor competencia posible”, sostuvo.
El evento fue posible gracias al trabajo conjunto con la Unión Argentina de Rugby (UAR), la Unión Cordobesa (UCR) y entrenadores de seleccionados nacionales. “A partir de esas vinculaciones empezamos a tener los contactos necesarios. Una vez que organizas uno o dos torneos, todo se facilita”, contó.
Además de la competencia internacional, el fin de semana en Taborin tendrá una fuerte impronta comunitaria. Habrá partidos juveniles, locales y provinciales, con entrada libre y gratuita. “Queremos que se acerque la mayor cantidad de gente posible. Es una oportunidad para contagiarse y sumarse al rugby femenino”, expresó Piñero, convencido de que el rugby es mucho más que un deporte.
“Yo creo que el rugby tiene en sí un dejo de que se cree que es violento y no es así. Realmente las chicas juegan a muy buen nivel y la iniciación del rugby, cualquiera sea la edad y cualquiera sea el nivel, se puede hacer sin el contacto físico hasta ver si realmente les gusta e ir introduciéndose en forma progresiva a lo que es el contacto físico y el miedo al suelo, que es lo que más cuesta. Es progresivo y no es violento, ni el juego ni la inserción”, amplió.
Ese enfoque integral es parte de la identidad de Taborin, que pasó de tener 10 jugadoras a casi 60 en apenas unos años. “El crecimiento no fue solo por captar chicas, sino por contenerlas. Hay un enorme grupo de trabajo que acompaña desde el club, desde el staff, y que hace que las jugadoras quieran quedarse”, destacó. Como ejemplo del impacto que genera el alto rendimiento, mencionó que hoy el club cuenta con ocho jugadoras en Las Yaguaretés, entre juveniles y mayores.
Para Piñero, el rugby femenino es también una herramienta de inclusión. El coordinador valoró especialmente la reciente firma de un convenio entre la Unión Cordobesa y la Municipalidad de Córdoba, que permitirá desarrollar el deporte en playones municipales donde hoy no llegan los clubes. “Es una forma de llevar el rugby a todos los estamentos de la sociedad”, señaló.
Más allá de la competencia, en Taborin hay un mensaje claro: formar buenas personas. “Nosotros creemos que, si formas buenas personas, es muy probable que tengas buenas jugadoras. Pero no al revés. Por eso el trabajo empieza desde infantiles y apunta a una formación integral”, explicó.
Consultado sobre la visibilidad del rugby femenino, Piñero reconoció que la cobertura mediática aún está lejos de lo que merece el crecimiento del deporte. “La relación con el rugby masculino debe ser de 9 a 1 en los medios. Sabemos que la prensa se mueve por resultados, y en ese sentido las Yaguaretés vienen haciendo historia. Pero todavía falta mucho por recorrer”, opinó. Y añadió: No hay una difusión acorde al crecimiento que está teniendo o a la cantidad de chicas que están jugando a nivel país”.
Al pensar en el futuro, Piñero sueña con que el rugby femenino siga creciendo con pasión, sin saltear etapas, y con una fuerte base en los clubes de toda la provincia. “La clave es evitar la frustración. Las chicas necesitan crecer de forma pedagógica, paso a paso. Y para eso hay que darles cada vez más competencia, más objetivos. El Sudamericano de Clubes es un paso más hacia ese horizonte”, cerró.