Talleres no tuvo el debut que esperaba en la Copa de la Liga y cayó 1-0 en su presentación, en el Mario Alberto Kempes ante 50.000 personas. Matías Catalán, en contra de su propio arco, marcó el gol de la victoria para el Lobo.
El entrenador Walter Ribonetto realizó variantes con respecto al amistoso de la semana pasada ante Boca, y colocó de entrada a Rubén Botta, Matías Galarza y Ramiro Ruíz Rodríguez. Fue un primer tiempo parejo, dónde el local tuvo en los pies de Ramón Sosa las jugadas más peligrosas, siendo un remate en el palo la más clara.
En el complemento la T salió a buscarlo y el DT quitó de la cancha a Galarza para el ingreso de Luis Angulo, y apostó por el recién llegado Marcos Portillo por el extenuado Botta. Sin embargo, en esa misma jugada, a los 29 minutos, Matías Catalán rechazó un centro del recién ingresado Ivo Mammini, pero la pelota terminó en el fondo de la red de su propio arco.
Fue un baldazo de agua fría para Talleres, que a parte de allí se convirtió en un manojo de nervios. Con más enjundia que juego, fue a buscar la igualdad con los ingresos de Bruno Barticciotto y Federico Girotti, pero ambos carecieron de jugadas claras de gol.
Sobre el final, el defensor del Lobo Gustavo Canto se fue expulsado por una fuerte entrada a Portillo, pero ni con un hombre de más la T pudo sacar ventajas.
Fue un flojo debut para el conjunto de Ribonetto, que tendrá rápida revancha el martes, cuando visite a Huracán desde las 19.15.