Carlos Alcaraz escribió otra página dorada en su carrera y en la historia del tenis al consagrarse campeón de Roland Garros 2025. En una final de antología frente al italiano Jannik Sinner, número 1 del mundo, el murciano se impuso por 4-6, 6(5)-7, 6-4, 7-6(3) y 7-6(2) en un duelo que duró cinco horas y veintinueve minutos, convirtiéndose en el partido más largo jamás disputado en la final del Grand Slam parisino.
El actual número 2 del ranking ATP consiguió revertir un encuentro que parecía sentenciado, para quedarse con su segundo título en el polvo de ladrillo francés (tras el obtenido en 2024) y sumar su quinto trofeo de Grand Slam, sumando además Wimbledon 2023 y 2024 y el US Open 2022.
Alcaraz y Sinner ya se habían enfrentado recientemente en la final del Masters 1000 de Roma, donde el español se quedó con la victoria en sets corridos. Esta vez, sin embargo, el desenlace fue mucho más dramático.
Sinner, de 23 años, comenzó sólido, quebrando dos veces el servicio del español para quedarse con el primer set por 6-4. En la segunda manga, llegó a ponerse 3-0 tras un nuevo quiebre y aunque Alcaraz logró igualar 5-5, el italiano se impuso en el tie-break y parecía encaminarse hacia el título.
El tercer set mostró una rápida reacción del murciano, quien igualó tras un quiebre inicial de su rival y luego se impuso 6-4, manteniéndose con vida en el partido. La cuarta manga fue aún más dramática: con Sinner 5-3 arriba y triple match point, Alcaraz reaccionó de manera extraordinaria, salvó los puntos decisivos, quebró el saque del italiano y forzó un nuevo desempate, donde se impuso con carácter y jerarquía.
Ya en el quinto y definitivo set, el español mantuvo el envión y rompió el saque de Sinner en el primer juego. Aunque el italiano logró igualar a 5 y parecía recuperar terreno con dos aces consecutivos, Alcaraz volvió a emparejar y llevó la definición al tie-break. Allí, dominó por completo desde el inicio, tomando una ventaja de 6-0 que sería definitiva. Finalmente, lo cerró 10-2 para sellar una consagración memorable.
A sus 22 años, Carlos Alcaraz demuestra una vez más que es una de las máximas figuras del tenis mundial. Su espíritu de lucha, capacidad para remontar y talento lo consolidan como un campeón con presente glorioso y futuro aún más prometedor.