El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) estableció ayer un nuevo récord de 10 victorias consecutivas en la Fórmula 1, al ganar el Gran Premio de Italia en el circuito de Monza, donde sepultó las esperanzas de victoria de Ferrari luego de la pole position lograda el sábado por el español Carlos Sainz.
La escudería austríaca se hizo del 1-2 de la carrera con el mexicano Sergio “Checo” Pérez como primer escolta, por delante del piloto madrileño, que se mantuvo en el podio tras una tenaz pelea con su coequiper, el monegasco Charles Leclerc, en las últimas vueltas.
El vigente bicampeón del mundo derribó la marca de nueve triunfos en fila que el alemán Sebastian Vettel había conseguido, también con Red Bull, entre los GP de Bélgica y Brasil en 2013. Además, mantuvo el pleno de victorias para el gigante energético, que celebró en las catorce pruebas disputadas este año, y frustró las intenciones de Ferrari de coronar ante su público.
Los “Tifosi” asistieron con entusiasmo después de la prestación de Sainz entre viernes y sábado, pero “Mad Max” se hizo dueño de la carrera a partir de la decimoquinta vuelta, cuando pasó al frente a pura potencia al volante de su RB-23.
“Fui paciente, sabía que mi momento en la carrera iba a llegar. Tuve que superar pequeños problemas al comienzo pero el auto siempre respondió con buena velocidad. Nunca pensé que sería posible (la décima victoria seguida), pero todos trabajamos duro para esto”, declaró el neerlandés en la ceremonia de premiación.
Verstappen abrochó su 47º triunfo en la categoría reina y quedó a cinco de superar al francés Alain Prost (51) en el cuarto puesto de la tabla histórica de pilotos más vencedores.
La carrera en Monza tuvo momentos electrizantes y peleas por los puestos, que se repitieron entre las Ferrari y los Red Bull. La velocidad del circuito de Monza hizo que la competencia se hiciera atractiva después de una demora en la largada a causa del abandono del japonés Yuki Tsunoda (Alpha Tauri).
Sainz arrancó líder y trabajó para mantener ese lugar pero no pudo aguantar la presión de Verstappen, que lo superó en la decimoquinta vuelta y luego fue inalcanzable.
Ferrari logró el podio en su tierra y apagó un poco las críticas por una temporada en la que su rendimiento estuvo lejos del esperado por los fanáticos de la escudería más ganadora de la F1.