Instituto atraviesa un tiempo de transición y de ilusiones renovadas. Tras el exitoso ciclo de Lucas Victoriano, que dejó títulos y una identidad reconocible, el club afronta la temporada 2025/26 con nuevo entrenador, nuevos nombres en el plantel y el mismo compromiso de siempre: competir por todo. En medio de la pretemporada, con el cuerpo todavía asimilando las cargas físicas más intensas, Leandro Vildoza se mueve con naturalidad en su doble rol de base y capitán. Entre trabajos físicos, charlas tácticas y partidos de preparación, el tucumano reflexiona sobre el presente de la Gloria y proyecta lo que viene.
“Estamos con un plantel muy trabajador”, afirmó al describir los primeros días de entrenamiento. La preparación, explicó, está marcada por exigencias físicas elevadas, algo que asumen como una inversión necesaria para afrontar un calendario que se extenderá por muchos meses. “Sabemos que este esfuerzo ahora te sirve para toda la temporada y, al ser una temporada tan larga, es bueno trabajar fuerte, sobre todo con Matías Marchegiani, el profe, que ya lo tenemos hace rato y sabemos el gran trabajo que hace”. La puesta a punto física convive con el desembarco de nuevas ideas: “También nos estamos conociendo con Diego Vadell, entendiendo un poco su propuesta”.
Esa adaptación al flamante entrenador tuvo su primer examen en el cuadrangular llevado a cabo en Rosario, un torneo amistoso que sirvió como banco de pruebas. Vildoza relativizó los resultados: “Sobre todo la idea es ir asentando las ideas principales de Diego. Tenemos que cambiar la filosofía de Lucas y yo creo que lo vamos a hacer de gran manera, pero eso va a ser con el correr del torneo”. Además, consideró que estos juegos preparatorios y los que vienen permitirán “poner en práctica las nuevas ideas” y ajustar mecanismos antes del debut en la Liga Nacional.
Para el capitán, la clave inicial es simple y concreta: “Lo primordial es estar bien físicamente. Creo que la base va a ser esa”. Recién después, explica, llegará el tiempo de la química colectiva: “Con el correr del juego vamos a ir encontrando con quién te llevás mejor, con quién jugar en ciertos momentos, para quién ir la bola en cada momento. Eso el equipo lo va sacando a flote partido a partido”.
De Victoriano a Vadell: un cambio con paciencia y confianza
El traspaso de mando de Lucas Victoriano a Diego Vadell implicó un cambio de estilo, pero Vildoza lo vive con optimismo. “Creo que Diego es un gran técnico y nos va a venir muy bien su idea”, dijo, y remarcó que el plantel actual está conformado en su mayoría por “jugadores de rol” que se adaptarán con facilidad a la nueva filosofía. También pidió paciencia: “Va a llevar un poco de tiempo, pero hay que creer en la idea de él. Yo creo que vamos a ir por buen camino”.
Al comparar a ambos entrenadores, señaló que Vadell propone matices distintos: “Él quiere jugar un poco rápido, muchos sistemas en transición, pero también le gusta jugar más seteado. Lo distinto a Lucas es que Diego quiere jugar en todos los ritmos bien. Con Lucas jugábamos siempre más agresivos. Diego también quiere que seamos agresivos, pero en ciertos momentos jugar seteado”. También reconoció que están en plena etapa de conocimiento mutuo: “Si bien ya lo conocemos de la Liga, no es lo mismo tenerlo como técnico. Él también nos tiene que conocer a nosotros. Es un proceso de adaptación y creo que le va a ir bien”.
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Liderar desde la defensa y el ejemplo
Como capitán, Vildoza no planea reinventarse, sino reafirmar lo que lo llevó a ganarse ese lugar de liderazgo. “Voy a tratar de hacer lo mismo que vengo haciendo siempre. Sé que él tiene la misma idea para mí que en años anteriores”, explicó. Su brújula pasa por “apoyar y ayudar al equipo en lo que me necesite” y, especialmente, contagiar energía desde la defensa: “Sobre todo, desde lo defensivo, contagiar como siempre y tratar de ordenar”. También se muestra abierto a los ajustes que requiera el nuevo entrenador: “Con el correr del tiempo vamos a ver qué es lo que quiere que haga Diego, qué es lo que quiere que deje de hacer y qué es lo que el equipo necesita”.
Esa función de guía se extiende hacia los jugadores más jóvenes del plantel, como Fausto Moussa y Jerson Caicedo, de quienes espera un aporte importante. Sobre el colombiano, resaltó su capacidad atlética: “Es un chico físicamente muy bueno. Puede aportar dinámica y juego aéreo, sobre todo. Si aprende un poco más a jugar desde lo mental, puede darnos una gran mano, sobre todo atrás de Javier Saiz. Puede entrar con la segunda unidad y ser muy intenso”. Y sobre Moussa, destacó su evolución: “Es un jugador que viene creciendo. Sabemos las características que tiene, el potencial que tiene. Vamos a tratar de ayudarlo para que explote y nos dé todo lo que nos puede dar. Ya lo demostró entrando los últimos años en sus minutos, haciéndolo de gran manera. Es muy responsable y trabaja mucho. Se merece un lugar en la rotación y lo va a tener porque se lo ganó”.
Nuevas incorporaciones y un plantel en construcción
La renovación del plantel incluyó la llegada del estadounidense Keylan Boone y la inminente incorporación de su compatriota Jalen Adaway. De Boone, Vildoza resaltó su capacidad de tiro: “Sabemos que tiene muy buena mano. Si bien es cuatro, creo que va a ser un cuatro que te abra la cancha”. Aún están en proceso de conocerse en la cancha: “Llevamos pocos entrenamientos con él, todavía va a llevar tiempo saber qué le gusta y en dónde le gusta que le den la pelota”. En cuanto a Adaway, anticipó que será un jugador más dominante: “Creo que es un poco más determinante, un jugador que necesita un poco más la pelota y hace falta alguien de esa característica. Esperemos que sea lo que buscamos y que él también se sienta cómodo con nosotros”.
Con vistas a un calendario exigente que incluirá la Liga Nacional, la BCLA y la Supercopa, el capitán considera que el plantel tiene material suficiente para competir. “Sabemos que tenemos una ficha libre. Yo creo que Diego en su momento la va a utilizar dependiendo de qué es lo que necesitemos. Los primeros partidos van a servir para ir viendo dónde está el déficit del equipo”, explicó. Sin embargo, se mostró confiado: “Creo que tenemos un gran plantel. Obviamente todo depende de los resultados y de cómo te encontrás en la química de juego. Pero primero nada, creo que vamos preocupándonos por tratar de que el equipo funcione y de agarrar la filosofía de juego”.
El valor de la experiencia y la fortaleza mental
A sus 29 años, Vildoza acumula varias temporadas en la elite y se reconoce en condiciones de transmitir lo aprendido a quienes recién comienzan el recorrido. Su mensaje hacia los más jóvenes es claro: “Sobre todo transmitirles tranquilidad, que en estos momentos son de aprendizaje, que la Liga es muy larga, dura 10 meses”. En ese lapso, recuerda, el equipo atravesará distintos estados emocionales: “Durante estos 10 meses pasás por todos los estados anímicos posibles, tanto personal como colectivamente. En los malos momentos no somos los peores, ni en los buenos somos los mejores. Hay que tener paciencia”. Y concluyó con una idea que sintetiza su filosofía: “El que llega mejor, sobre todo psicológicamente al final, creo que es el que tiene más posibilidad de ser campeón”.
Ese aprendizaje personal lo guía también en la manera de convivir con la presión que supone jugar en un club acostumbrado a pelear arriba. Tras un ciclo tan exitoso como el de Victoriano, asegura que no sienten el peso de tener que igualarlo, sino el compromiso de estar a la altura de la camiseta. “Lo que pasó, ya pasó. El desafío lo tenía Lucas y lo tiene cada uno que se ponga la camiseta de Instituto. Todos los años sabemos que, esté quien esté, el objetivo es el mismo”, afirmó. Y subrayó: “Es un desafío nuevo, la ilusión es la misma, los objetivos son los mismos. Si bien hay que disfrutarlo, también hay que tomarlo con la seriedad que se merece y con la responsabilidad y obligación que te demanda Instituto”.
Un equipo solidario para soñar en grande
Más allá de sistemas y nombres propios, Vildoza identifica un rasgo que define al nuevo grupo: la solidaridad. “Creo que va a ser un equipo muy solidario. Tenemos muchos jugadores que son jugadores de rol y que no necesitan la pelota. Vamos a jugar para el compañero, creo que es lo primordial”, dijo. Ese espíritu colectivo, confía, será el cimiento para construir un equipo competitivo.
Ser el capitán de ese grupo lo llena de orgullo y compromiso. “Para mí es un honor, un placer ser capitán de una institución como Instituto. También es una responsabilidad muy grande”, expresó. Se declaró “agradecido y orgulloso” por la confianza que le brindan el club, el cuerpo técnico y los dirigentes.
Con el horizonte puesto en volver a festejar, Vildoza evita los atajos: “Uno de los objetivos es volver a conquistar un título, pero a largo plazo. A corto plazo lo primero es crecer como equipo, y una cosa te lleva a la otra”. Sin embargo, sabe que el plantel cuenta con la experiencia necesaria para afrontar grandes desafíos: “Sabemos que hay jugadores en el plantel que ya tienen experiencia en jugar partidos importantes y vamos en busca de eso. Todos sabemos que queremos estar ahí, queremos estar en la disputa de todos los torneos y nos estamos preparando para eso”.
La nueva temporada está a punto de comenzar. Instituto arranca un nuevo ciclo con caras nuevas, un entrenador diferente y el mismo fuego competitivo de siempre. Y Vildoza, con la cinta en el brazo y la voz serena, marca el rumbo: “El objetivo es el mismo de siempre: Instituto tiene que pelear todo”.