La industria manufacturera atravesó una profunda crisis el año pasado y en los primeros meses de este año sigue sin dar señales de recuperación. Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en el 63,3% en noviembre del año pasado.
Esto implica una caída interanual de 5,9% y un retroceso de 1,5% respecto de octubre. Es la séptima contracción seguida, de acuerdo a los datos difundidos ayer por el Indec. El indicador se corresponde también con la abrupta caída de la actividad industrial que el organismo oficial registró durante 2018.
En rigor, dado que la serie histórica publicada por el organismo oficial comienza en enero del 2016, muchos sostuvieron que en realidad se trata del peor resultado desde la crisis que desató la convertibilidad en 2002. Según datos del organismo estadístico, entre los sectores con menor uso de su potencial se encuentran la industria textil (43,9%); el sector automotriz (44,4%), cuyos patentamientos sufrieron un brutal desplome en 2018; la industria metalmecánica sin contar el bloque automotor (44,5%) y el sector vinculados a los productos de caucho y plástico (51,6%).
Por el contrario, encabezaron la lista las industrias metálicas básicas (88%), empujadas por la fuerte demanda de aluminio y acero (usadas en la fabricación de tubos sin costura para la industria petrolera). Le siguieron papel y cartón (76,1%) y productos de tabaco 74,6%.