La Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) publicó en las últimas horas un informe en el que describe las consecuencias que tuvo la crisis económica en el sector tambero desde que Cambiemos asumió en la Casa Rosada. En primer lugar, la casa de altos estudios aseguró que la producción láctea cayó 12,7% en los últimos tres años, que las ventas en el mercado interno se desplomaron 10%, que el empleo se contrajo 4,1% y que la cantidad de tambos se redujo 8,1% (pasaron de 11.666 establecimientos bajo explotación a un total de 10.722). Cabe destacar que los precios crecieron 170% en el mismo período.
Al igual que otros sectores de la economía, la producción cayó en el trienio analizado asociado al derrumbe del consumo interno. De hecho, el trabajo detalló que la comercialización local de leche fluida registró caídas en todos los años, ya que en el 2015 se comercializaron 1.312 millones y en 2018, sólo 1.186 millones. Según el informe, las ventas internas de leche en polvo se redujeron 8,4%, las de leche chocolatada bajaron 6,4%, la de postres lácteos cayeron 6,2%, yogures 5,5% y de crema 4,2%, entre otras. De esta manera, la caída promedio durante 2018 fue del 1,7%. Además, en términos de empleo, se perdieron en los últimos tres años, 4.100 puesto de trabajo.
El cierre de tambos también fue advertido por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla). Según las cifras de la organización, en 2002, los tambos eran 15.000, pero en 2018 llegaron a los 10.722. En tanto, en 2018 ascendieron a los 11.326.
El informe de la Undav agregó que los precios de productos lácteos se incrementaron 170%, según el índice al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos tres años. En tanto, en 2018 se registraron incrementos de 73,1% para el yogur, de 51,6% para la manteca, y de 49,6% para la leche en polvo. Según el Ocla, la cantidad de vacas también cayó: en 2017 eran 1,72 millones y en 2018 disminuyeron hasta los 1,59 millones.
Mientras tanto, las inundaciones pusieron en alerta a los productores de Santa Fe. Si bien la situación no es dramática de momento, las constantes precipitaciones no dejan mucho margen para el sector tambero.