De acuerdo con las cifras oficiales, las ventas en supermercados y centros de compras acumularon siete meses consecutivos de contracción y otro fenómeno detectado es que la gente opta por financiarse para comprar alimentos y artículos de primera necesidad.
Las ventas por cantidades físicas de productos iniciaron el año con una fuerte caída tanto en la facturación a precios constantes respecto del mes anterior y también a valores corrientes.
Las mediciones indican que no sólo existe una menor venta de productos sino también una caída en la recaudación.
En supermercados, las ventas con tarjetas de créditos aumentaron en enero un 44,3% y en los centros mayoristas un 54,7%, en forma interanual, lo que indica que cada vez más los consumidores recurren a la financiación para acceder a productos esenciales como alimentos y vestimenta.
En los supermercados y centros mayoristas, el 80% de las ventas correspondió a alimentos, bebidas, artículos de almacén y verdulería.
El 35,7% de las ventas en los supermercados en enero pasado se realizaron con tarjetas de crédito; otro 35,2% fueron concretados en efectivo, mientras que el 25,7% restante con débito.
A precios corrientes, es decir midiendo el impacto de la inflación de precios, las ventas en los supermercados alcanzaron a 45.485 millones de pesos, un 40% más que en enero del año anterior y de ese total 16.238 millones se realizaron mediante tarjetas de crédito.
En los centros mayoristas las ventas totalizaron 6.884 millones con un aumento del 37,1% a precios corrientes, y de ese total más de mil millones fueron realizadas también vía tarjetas de crédito.
Las compras por el sistema on line de Internet representaron en enero pasado entre el 1,5% y el 2% de las ventas totales de los centros mayoristas y los supermercados.
En los centros de compras, durante enero pasado, las ventas a precios corrientes totalizaron 5.965 millones de pesos y mejoraron solamente un 25% respecto de los 4.773 millones del mismo período del año anterior.