El dólar en Brasil avanzaba más del 1%, a 4,25 reales, en la apertura de los negocios en el mercado financiero de San Pablo luego de que el ministro de Economía, Paulo Guedes, dijera que era «normal» el cambio de precio de la moneda estadounidense.
«Es bueno acostumbrarse para una tasa de cambio alta por algún tiempo», dijo Guedes anoche durante un discurso en el Banco Interamericano de Desarrollo, tras lo cual el dólar tocó los 4,25 reales en la apertura de este martes, el mayor valor desde la implementación del Plan Real, en 1994.
Para los analistas, el escenario externo tanto entre Estados Unidos y China y la inestabilidad sudamericana formaban parte de la devaluación del real en las últimas semanas, pero Guedes explicó que forma parte de los movimientos macroeconómicos locales.
«No me preocupa la suba del dólar. Por el contrario, creo que es comprensible porque la tasa de interés básica está en 5%. Cuando hay una política fiscal más fuerte y tasa de interés baja el cambio de equilibrio es más alto. Brasil es ahora un país interesante, con tasas bajas y eso permitirá la inversión y el reinicio del crecimiento», dijo Guedes.
El boletín Focus del Banco Central, que reúne perspectivas del mercado financiero, ayer informó que para fin de año los bancos esperan un dólar a 4,10 reales y a 4 en 2020.
Un informe de la consultora financiera Tullet Prebon citada por la prensa brasileña indica que «la principal noticia frente a la devaluación es que la palabra de Guedes tiene potencial para mover al mercado, que trabaja con un real más débil».
Guedes agita el fantasma de la represión ilegal ante posibles protestas
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, afirmó que no habría que asustarse si ocurrieran en su país protestas masivas como en Chile o Colombia y «alguien pide la AI-5», en referencia a la resolución militar que en la década del 60 suspendió las garantías constitucionales y abrió una etapa represiva.
De visita en Washington, el ministro calificó anoche de «insano» que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y otros dirigentes opositores hablen de protestar contra el gobierno y recordó que el presidente Jair Bolsonaro tiene «instinto político» para repensar el ritmo de las políticas de ajuste, reformas y privatizaciones previstas.
«No se asusten si alguien pide la AI-5», dijo Guedes a periodistas brasileños en la capital de Estados Unidos, al referirse al Acto Institucional 5, la medida que tomó el 13 de diciembre de 1968 el dictador Arthur Costa e Silva, que cerró el Congreso, eliminó libertades públicas y abrió la era de las detenciones clandestinas y torturas que se extendió entre 1964 y 1985.
Guedes defendió así al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, que había dicho que era posible una medida como la AI-5 en caso de una radicalización de las protestas opositoras.