El presidente de la Nación, Alberto Fernández, aseguró ayer que en las próximas horas se anunciará la suba salarial para trabajadores privados y públicos. El monto, que oscilará entre los $ 6.000 y los $ 9.000, tendrá como objetivo morigerar el impacto que tuvo la inflación y devaluación en los salarios de los argentinos y argentinas en los últimos meses. Además, será a cuenta de futuros aumentos, en el marco de las próximas negociaciones paritarias.
Estamos buscando recomponer el salario de los que cobran menos”, afirmó por su parte el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada. De todas maneras, reconoció que la medida no puede ser llevaba a cabo si supone poner en crisis el funcionamiento de las empresas”.
Por este motivo, el jefe de Estado les pidió a los empresarios que no se abusen” y a los sindicalistas que no hagan pedidos desmedidos” durante las discusiones salariales. Queremos que las paritarias funcionen, pero queremos garantizar un aumento mínimo para que los empresarios no se abusen. Y también, a los que trabajan, que tengamos en cuenta la situación y no hagamos pedidos desmedidos”, sostuvo Fernández.
Cabe recordar que el titular del Sindicato de Choferes de Camiones, Hugo Moyano, le reclamó paritarias libres, el miércoles pasado, al ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, en el marco de una reunión informal. Desde la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros el planteo al ministro Moroni fue cuidar el poder adquisitivo de los que ponen el hombro para el crecimiento del país, respetar los derechos adquiridos en tanto años de lucha, y dejar atrás todo intento de reforma laboral”, señaló un comunicado del sindicato difundido anteayer. La compensación salarial que anunciará el Gobierno tampoco satisfizo del todo al empresariado. Pese a los pedidos expresos de la Unión Industrial Argentina (UIA), la suma será remunerativa. Tanto los industriales como la Cámara Argentina de Comercio (CAC) consideran que la suma debería ser no remunerativa para aliviar para reducir las cargas sociales. No obstante, el pedido choca de frente con la intención oficial de cuidar la caja fiscal.
Además, el vicepresidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, también pidió racionalidad” impositiva al advertir que muchos sectores trabajan a la mitad de la capacidad instalada. Aspiramos a que superada la emergencia, porque admitimos el peso de la emergencia, podamos revisar la política tributaria a los efectos de encontrar una racionalidad que nos ponga en la misma línea de los países con los que competimos”, sostuvo el empresario.