En Pandemia surgió la importancia y el valor estratégico de contar con una industria nacional de fabricación de medicamentos”, aseguró el director ejecutivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), Eduardo Franciosi. El vocero hizo esta declaración luego de que el sector que él representa anunciara un plan de inversión a dos años por US$ 740 millones.
Aunque los privados aún no se refirieron a la producción local de vacunas que permitan combatir el Covid-19, si especificaron que uno de los objetivos de este desembolso es incentivar la investigación clínica de fármacos en la Argentina. Actualmente la Universidad Nacional de San Martín realiza estudios en búsqueda de una cura para el coronavirus; Juan Ugalde, decano del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de dicha entidad, declaró que el proyecto viene andando muy bien” y que ya está por culminar la fase preclínica con animales y el próximo paso será avanzar hacia los ensayos clínicos en humanos”. También está en curso una iniciativa similar en la Universidad Nacional del Litoral, aunque se encuentra en un estadío más temprano.
El director de Asuntos Públicos de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), Fernando Giannoni, sostuvo que la idea es que la Argentina se pueda convertir en un hub o centro regional de investigación clínica” y remarcó que para esto se requiere fortalecer la investigación clínica en centros públicos”. También señaló que la competitividad en la industria es difícil al precisar que el 80% de las investigaciones se hace en Europa y en Estados Unidos”, pero dijo que el país actualmente recibe el 1,2% de todos los protocolos, cifra que en 2006 llegó a ser de 2,4%”.
Por su parte, Franciosi afirmó que la otra meta de las farmacéuticas es volver asegurar la producción y la provisión de medicamentos” en el territorio local. En ese sentido, remarcó que la industria hizo un esfuerzo muy importante el año pasado” ya que hubo que readecuarse en función de las limitaciones”.
El empresario también dijo que algunas barreras regulatorias” implican trabas para estos objetivos, al asegurar que la presión impositiva acumulada ronda el 36%” y sugerir que se podría reducir gradualmente”; a su vez pidió bajar las retenciones. Sobre esto último Giannoni valoró a la nueva Ley de Economía del Conocimiento como un gran paso”.