«En mayo, los cortes intermedios y caros son los que menos han aumentado, 5,3% y 5,7% respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos alcanzó 7,8%. Junto a ello, el pollo, tuvo menor variación, ya que incrementó su precio 1,7%», precisó el informe.
Hacia el interior de cada uno de los segmentos, el trabajo verificó que en el caso de los cortes más caros, el incremento de precios fue relativamente parejo y cercano al promedio del mes.
Los principales aumentos correspondieron a cortes como el peceto (6,6%), bola de lomo (6,0%), lomo (5,7%), colita de cuadril (5,1%) y cuadrada (5,6%). A lo que se sumó un aumento inferior al promedio en matambre (3,5% y vacío (4,5%).
En relación con los cortes vacunos de precio intermedio, los incrementos tuvieron un comportamiento dispar. Los principales aumentos se encuentran en bife angosto (7,2%) y la picada especial (7,5%), y un incremento menor al promedio en tapa de nalga (4,5%) y tapa de asado (4,5%).
En el caso de los cortes económicos, la evolución nominal de precios fue superior a las otras categorías analizadas. Los principales aumentos se dieron en los cortes de osobuco (9,9%) y picada común (8,7%), en un escenario donde en todos los cortes las variaciones superaron al promedio de aumentos de la carne vacuna en su conjunto.
En términos interanuales, es decir respecto a mayo 2020, la variación de precios nominales de la carne (+76,6%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+47,3% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (92,6%), matambre (80,2%) y vacío (84,6%).
Según CEPA, las razones de este incremento están relacionadas en primer lugar con «el aumento de las exportaciones producto de la mayor demanda por China convierte a la carne en un cuasi commodity, atando el precio local al precio exportable».
También se explica por «el aumento del maíz, por tratarse de un insumo utilizado para la ganadería y la producción de leche, huevos y pollos, entre otros productos alimenticios de primera necesidad».
Además CEPA advirtió que en el aumento de precio de comercialización en Liniers podría estar impactando la expectativa acerca del posible incremento futuro del valor del ganado derivado del incremento de las exportaciones a China.
Por último, la entidad apuntó a los frigoríficos como otra de las explicaciones de la distorsión en la formación de los precios en la cadena de producción y comercialización de carne vacuna.
«La recuperación económica y particularmente de los salarios desde finales de 2020 en adelante fue interpretado por algunos actores económicos como bandera de largada para el aumento de precios», indicó el trabajo.
En cuanto al precio de las frutas y las hortalizas, el trabajo destacó que exhibieron una gran volatilidad, «vinculada a estacionalidades de los productos, en conjunto con dificultades puntuales en la producción y/o cosecha que pueden demorar la entrada en gran volumen en el mercado y, por lo tanto, restringe la oferta afectando el nivel de precios».
Durante el mes de mayo de 2021, las variaciones positivas se acotan sólo al tomate redondo (80%) y a la pera (17%). Por otra parte, también resalta la caída de la lechuga (-38%), la naranja (-34%), el limón (-20%), y la cebolla, con una caída del 13%.
Los principales incrementos se dieron en el limón (94%), la manzana (80%) la lechuga (87%), y el zapallo (80%). En el caso de la mandarina, la banana, la pera y la batata los incrementos fueron sustancialmente menores (36%, 18%, 40% y 22% respectivamente), quedando por debajo de la inflación del período (46,3%).
El informe destacó que el precio de la cebolla que se mantuvo sin cambios interanuales, «lo que implica un abaratamiento real» y subrayó la baja del 59% en el precio promedio de la zanahoria.