El capítulo argentino de la nueva filtración mundial que destapa documentos confidenciales sobre patrimonios y negocios del poder en todo el mundo continúa arrojando nombres célebres en la arena nacional.
Ahora se supo que empresarios y ejecutivos de tres de los principales medios de comunicación del país (Clarín, La Nación y Perfil) aparecen mencionados en los denominados Pandora Papers” con sociedades en Islas Vírgenes Británicas y una empresa en Uruguay, según los registros de dos proveedores del mundo offshore analizados por el equipo argentino del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y publicado por el portal elDiarioAR, miembro del consorcio.
Según detalló en una nota la periodista Emilia Delfino, una de las 600 profesionales de todo el globo que formó parte del trabajo colaborativo de investigación, la cúpula del Grupo Clarín encabezada por Héctor Magnetto y José Antonio Aranda; y el co-fundador de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, aseguraron ante la consulta del equipo argentino de Pandora Papers que sus estructuras estuvieron siempre declaradas en Argentina”.
En tanto, Alejandro Saguier, accionista de La Nación a cargo del área de administración, dijo que declaró su sociedad offshore en 2016 con el sinceramiento fiscal que promovió Mauricio Macri y que desde entonces se encuentra en regla con la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip)”. Pese a las aclaraciones de los empresarios de los medios más poderosos del país, el ICIJ no logró acceder a las declaraciones juradas con secreto fiscal en ninguno de los casos.
La filtración de registros en paraísos fiscales también dejó en evidencia que los fundadores de la firma de electrodomésticos Garbarino registraron sociedades y fideicomisos offshore para para resguardar millones de dólares en bienes y dinero, luego de ser denunciados por la Afip e investigados por la Justicia por presunto lavado de dinero.
A los hermanos Omar y Daniel Garbarino se suma el histórico CEO de la compañía, Carlos Eduardo García, quien dejó el cargo en septiembre, y que también recurrió a la misma estrategia para ocultar durante años parte de su patrimonio.
La firma, pasó de ser la principal cadena de venta de electrodomésticos del país a venderse por el simbólico valor de un peso, en junio de 2020, cuando la familia que dio nombre a la empresa vendió sus acciones a Carlos Rosales, un ex funcionario del gobierno de Daniel Scioli en Buenos Aires y protesorero del club San Lorenzo.
Actualmente, Garbarino S.A. afronta dificultades económicas y financieras, está al borde de un concurso de acreedores y con una conciliación obligatoria para detener los numerosos despidos de sus cerca de 3.800 empleados.