Volkswagen fabrica una nueva caja de cambios en Córdoba

La automotriz celebró en su planta de avenida O’Higgins las 15 millones de transmisiones producidas; anunció que en los próximos tres años harán 400.000 unidades de la caja MQ200 Evo, destinada a los vehículos Seat Ibiza y T-Cross

Volkswagen fabrica una nueva caja de cambios en Córdoba

La automotriz Volkswagen Argentina presentó la nueva caja de cambios MQ200 Evo que fabrica en el Centro Industrial Córdoba (CIC), que le aportará sustentabilidad para los próximos tres años, ya que en ese plazo fabricará 400.000 unidades de esta versión destinada los vehículos Seat Ibiza, que se hace en Europa, y Polo y T-Cross, que se produce en Sudáfrica.

La planta ubicada en avenida O’Higgins fabrica los sistemas de transmisión MQ200, MQ281 y ahora MQ200 Evo, todas destinadas a diferentes plantas automotrices de la compañía alemana en el mundo. El anuncio lo concretó ayer la compañía en el marco de los festejos por haber llegado a la caja número 15 millones, del cual participaron el CEO de Volkswagen Argentina, Thomas Oswianski; el director de la planta, Marcus Gorisch; la directora corporativa y de Relaciones Públicas, María Ángela Stelzer; junto con el ministro de Trabajo de la Provincia, Omar Sereno.

La fábrica cordobesa, donde trabajan 1.300 operarios, al finalizar 2021 habrá producido 450.000 cajas de transmisión, algo menos de lo previsto originalmente –515.000 unidades– ya que la falta de microprocesadores, un problema global que redujo la producción de automóviles en el mundo, obligó a paralizar la planta dos veces en lo que va del año, reveló en un informe el periodista Diego Dávila.

Este proyecto le da capacidad productiva y sustentabilidad a la planta de Córdoba, que es nuestra segunda casa en Argentina. Esta fábrica exporta el ciento por ciento de la producción, algo que es súper importante para la compañía porque la combinación de esfuerzos ayuda a la exportación”, resaltó Oswianski.

El gobierno nacional estableció un régimen de comercio exterior por el cual cualquier fábrica automotriz debe exportar para poder importar. Así por ejemplo, cada 1.000 cajas que Volkswagen exporta desde Córdoba, puede importar 32 vehículos; de igual manera, por cada Amarok que vende al exterior desde su planta en Pacheco, provincia de Buenos Aires, puede ingresar al país tres unidades Gol desde Brasil. En este régimen, también juega el componente nacional de su producción. Por caso, las cajas de cambio que se fabrican en Córdoba tienen entre 45% y 65% de integración local.

Para este año, industrias y concesionarios proyectan vender 400.000 unidades 0km entre livianas y pesadas. Para 2022, el sector proyecta un volumen mayor ya que espera menos problemas con los microprocesadores y más exportaciones. Volkswagen, por caso, durante el primer semestre comenzó a fabricar la SUV Taos, que se agrega a la camioneta Amarok, de la cual exporta el 70%. Este año terminará fabricando 75.000 vehículos, pero en 2022 la producción y las ventas al exterior serán mayores –cifras aún no definidas por la compañía– por la incorporación del nuevo vehículo, que tiene un perfil exportador aún más importante.

Recuperar el liderazgo

El tema no es menor. Volkswagen fue líder en patentamientos por una década y media. Este año quedó en segundo puesto, detrás de Toyota, básicamente porque lograba masividad a través del Gol, que se fabrica en Brasil.

Para el año próximo, espera que el aumento de las exportaciones de su modelo Taos mejore sus posibilidades de importar vehículos. Al respecto, Martín Massimino, gerente comercial de la compañía en el país, resaltó que el mayor interés de la compañía es tener un liderazgo sustentable”, para quien esto significa invertir, con lanzar nuevos modelos y de mantenernos como referentes en el mercado”.

De todas maneras, para la compañía sigue siendo viable invertir en Argentina. Es un desafío para cada compañía; nuestro compromiso es muy fuerte, se puso 1.000 millones de dólares en Pacheco, en Córdoba (150 millones de dólares para la caja MQ281) y en el nuevo centro logístico en Fátima (provincia de Buenos Aires). La fábrica cordobesa es igualmente competitiva comparada con las de España y de República Checa. El contexto es desafiante, pero no es imposible”, reflexionó Owsianski.

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