La Argentina caería en recesión hacia finales de marzo o principios de abril, justo cuando comiencen a ingresar con fuerza los dólares de la cosecha, mientras que la economía bajaría este año alrededor del 3%, según dictan las estimaciones que manejan las principales consultoras.
Sin embargo, los datos de la recaudación tributaria de enero reflejan que una fuerte recesión de la economía ya comenzó: la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó ayer que la recaudación sumó $7,70 billones, una caída en términos reales de entre 4% y 7% según diferentes estimaciones privadas. Pero el desempeño de los ingresos al fisco fueron dispares, con una clara tendencia a la baja en los que están relacionados al mercado interno: Iva DGI, Créditos y Débitos, Ganancias y contribuciones patronales. En cambio, los tributos vinculados al comercio exterior -en particular el impuesto País- tuvieron un mejor desempeño gracias a mayores alícuotas y la devaluación.
Ocurre que las ventas minoristas experimentaron fuertes caídas en las últimas semanas como consecuencia del alza inflacionaria, como lo muestran los primeros datos de la economía. La consultora Econviews afirmó que “el Iva DGI cayó 18,1% interanual y a partir de nuestra propia desestacionalización llegamos a que bajó 11,8% con respecto a diciembre. Este es un impuesto que suele correlacionar muy bien con el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) del Indec”, detallaron en un informe. Por otro lado, el impuesto a los Créditos y Débitos en cuenta corriente (conocido como “al cheque”), también muy ligado a la actividad económica, tuvo una contracción interanual del 19,1% y del 8,1% mensual, descontando la inflación.
Ya en noviembre último la actividad estaba virtualmente estancada como consecuencia de la sequía que afectó al campo. El problema es que luego vino la devaluación de diciembre, el fin de los acuerdos de precios y una nueva ola de aumentos que llevaron la inflación en diciembre al récord del 25,5%, que aún no fue acompañada por los salarios.
Así las cosas, al menos 20 indicadores se desplomaron en las últimas semanas: cayó el consumo, la actividad, la faena vacuna, importaciones, la venta de nafta, el consumo de electricidad, entre otros. Esta semana, se sumaron los datos de la industria y la construcción, con derrumbes del 12,2% y 12,8% interanual en diciembre. Los salarios formales cayeron casi un 14% interanual en términos reales en diciembre (ver recuadro), lo que impactó directamente en el consumo, que mostró fuertes caídas en las ventas de supermercados y mayoristas – ya se habían desplomado un 7,5% y 11,3% mensual en noviembre-.
De esta manera, los economistas ya anticipan una caída del Producto Interno Bruto (PBI) de hasta el 6% interanual en el primer trimestre, el mayor desplome desde el tercer trimestre de 2020, cuando la economía cayó 10% por la parálisis de la actividad generada por la pandemia. Para EcoGo, los últimos datos anticipan un primer trimestre con una caída del 4,8% respecto del trimestre anterior y una baja del 6% interanual.
Los salarios cayeron un 14% en diciembre
Los salarios tuvieron en diciembre, el mes de la devaluación y de la inflación de 25,5%, un desplome cercana al 14% según el índice Ripte, que mide la variación de los ingresos “estables” de la economía. Se trata del retroceso más pronunciado desde que existe ese indicador y fue incluso más marcado que en la crisis de fines de 2001. El índice Ripte del último mes del año fue de 8,3%, lo que dejó a la evolución nominal de una parte de la masa salarial de la economía muy por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 25,5%. Implica, así, una caída del poder de compra del 13,7%. Juan Manuel Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala, consideró que “el dato fue tremendo”, al tiempo que aseguró: “Si miras diciembre de 2022 y diciembre de 2023 la caída fue del 20% y se termina configurando el sexto año consecutivo de caída del poder de compra de los salarios según el índice Ripte”.
La CGT pedirá un aumento
El Gobierno nacional oficializó ayer a través de la Resolución 2024/27 la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) para el próximo jueves, tras la fuerte caída de los salarios experimentada en diciembre (ver Los salarios…). En este encuentro se tratará la determinación del SMVM y también los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo. Ante el llamado, la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció que pedirá un aumento del 85% en el salario mínimo en la reunión convocada para el 15 de febrero próximo. A su vez, se espera que la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) vaya por un incremento aún mayor. Por su parte, el sector empresarial, conformado entre otros por la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara de Comercio (CAC), aún no se pronunció al respecto. Actualmente, el sueldo mínimo es de $ 156.000 para los mensualizados o de $ 780 por hora, cifras que se pulverizaron con la devaluación y la inflación desatada desde la asunción de Javier Milei.
Caputo anticipó la inflación
El ministro de Economía, Luis Caputo, estimó que la inflación de enero se ubicará en torno al 20% y aseguró que seguirá en baja durante febrero. De acuerdo con el funcionario, la inflación “ya está bajando”. En este sentido, indicó: “La mayoría de los economistas pronosticaban diciembre 30%, enero 30%, febrero 20%. En cambio, en diciembre fue de 25%, enero estará alrededor de 20% y febrero estará por debajo de 20%. Está viniendo significativamente por debajo de lo que se esperaba”. En declaraciones a la prensa, Caputo garantizó que “vamos a cuidar el peso, emitir cada vez menos y la gente va a cuidar los precios”. Al mismo tiempo, destacó que la gente ya “no compra cualquier cosa” y aseguró que “hay precios que han bajado en términos nominales”. Por otra parte, el titular del Ministerio de Economía sostuvo que el Gobierno “heredó la peor situación económica de la historia”. “Estábamos al borde una hiperinflación”, completó Caputo.