Uno de los principales matutinos porteños confirmó ayer que la gestión de Javier Milei se encuentra diseñando una reforma previsional que cambiará radicalmente el sistema actual: no sólo buscaría equiparar la edad jubilatoria entre los hombres y las mujeres en los 65 años, sino que también impulsaría una privatización del fondo de los aportes, como el régimen de Administración de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
“Estamos en un proceso inicial de análisis de estos temas”, señaló al diario La Nación una “inobjetable fuente oficial”, según consignó el matutino, que reseñó que el Gobierno trabaja con hermetismo en la elaboración de la iniciativa. El borrador del proyecto incluye tanto la igualación de la edad para acceder a la jubilación en los 65 años como la restitución de un “modelo de capitalización”, como el que existió entre 1993 y 2008 con las AFJP, que terminaron siendo financiadas por el Estado.
“También está en agenda una gradual desarticulación de los regímenes especiales que plantean beneficios por sectores, así como una revisión del sistema de pensiones”, informó el diario, que precisó que hubo por lo menos dos reuniones para abordar esta reforma, de la que participaron especialistas, como el investigador principal de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Rafael Rofman.
Los funcionarios a cargo de esta política serían el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el titular de la Anses, Mariano de los Heros. Trabajan sobre la base de un borrador preexistente confeccionado por una comisión de análisis técnica del ente previsional bajo la órbita de Capital Humano, que oficialmente desmintió la iniciativa. Las fuentes oficiales aclararon no obstante que la reforma “no es un tema prioritario”, aunque destacaron que la reforma está incluida entre los diez puntos del Pacto de Mayo firmado en julio, bajo el argumento de “darle sostenibilidad al sistema y respetar a quienes aportaron”.
Actualmente, en la Argentina funciona un régimen de reparto, donde empleados y empleadores financian las jubilaciones. Como este aporte es insuficiente, el Estado apela a impuestos generales y a los recursos del Tesoro Nacional para costear este gasto, que en 2023 significó un 9% del PBI según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
El bono extra ya perdió el 35% de su valor
El bono de $70.000 que paga a los jubilados el Gobierno de Javier Milei perdió más de un tercio de su poder adquisitivo desde diciembre, debido al impacto de la inflación. Con ese ingreso adicional, la jubilación mínima de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que perciben más de 5.000.000 de adultos mayores, quedará por debajo de los $300.000 en agosto.
Un informe de la consultora Vectorial estimó que los jubilados deberían cobrar en agosto un refuerzo de $107.974 para equiparar los $70.000 que recibieron el último mes del año pasado. En concreto, la consultora precisó que el bono tuvo una caída del 35% en su capacidad de compra durante ese lapso si se estima una inflación del 4,5% mensual en julio y agosto.
Vale recordar que las jubilaciones tendrán desde el mes que viene un incremento del 4,6% correspondiente a la inflación de junio, debido al mecanismo de indexación que puso Milei por decreto y el Gobierno confirmó el pago del bono pero sin incremento. De esta manera, la jubilación mínima llegará a $225.540,61, a lo que se sumará el refuerzo de $70.000, totalizando $295.540.