Batakis habría admitido que «la falta de dólares es desesperante»

Según versiones publicadas por distintos medios porteños, el desembarco de Silvina Batakis en el Palacio de Hacienda descubrió una situación crítica, mucho peor a la esperada

Batakis habría admitido que "la falta de dólares es desesperante"

La crisis interna que sacude al Gobierno de Alberto Fernández está teniendo derivaciones insólitas, tras el cambio de gestión de la cartera económica. Según versiones publicadas por distintos medios porteños, el desembarco de Silvina Batakis en el Palacio de Hacienda descubrió una situación crítica, mucho peor a la esperada. Algunos funcionarios, según la especie, le atribuyen a Martín Guzmán un legado de tierra arrasada en materia presupuestaria, al punto que algunos indican que “no hay plata” porque “se la gastó toda en seis meses”.

Pero además, el cuadro se complica por la ausencia de dólares en las arcas públicas, algo que despierta temor por la posibilidad de una escalada inflacionaria sin control. “La falta de dólares es desesperante”, avisó la propia Batakis la última semana en un encuentro con sus funcionarios, donde ratificó que “la situación es muy delicada”.

Desde el equipo de Batakis advierten que se detectaron “costos que no estaban previstos” en las pautas presupuestarias y que el déficit de 2,5% anual acordado con el FMI ya superaba el 4% cuando tomaron las riendas del Ministerio de Economía. Aluden a “medidas” tomadas en las últimas semanas de Guzmán que generaron una explosión del gasto, y que coincidieron con los picos del costo de importación del gas.

Una estimación realizada por el economista Hernán Hirsch concluyó que la baja real del gasto debería ser del 7,8% en lo que resta del año para poder llegar a la meta del 2,5% de déficit primario comprometida ante el FMI, algo para lo que no hay margen político ni social. Aquellos que defienden a Guzmán responden que “la caja siempre estuvo vacía” y juran que los números dejados se corresponden con la realidad, aunque reconocen una expansión final del gasto público.

Con este panorama, los desafíos que enfrenta Batakis para equilibrar la economía son mayúsculos. Ni siquiera puede contar, por el momento, con los dólares que ingresen del campo porque si bien la guerra en Ucrania disparó el precio de las divisa, el sector frenó la venta de granos. Si bien en el primer semestre se calcula que el campo liquidó unos 24.000 millones de dólares por exportaciones (19.000 millones por los granos y el resto por carne, pesca y otros productos), ahora con la suba de la cotización del dólar los productores se “sentaron” sobre los granos y la venta de la soja cayó un 32% en las últimas semanas, por dar un ejemplo.

En el Banco Central estiman que los productores retienen unos 3.000 millones de dólares en soja que se podrían haber liquidado ya: de hecho, a esta altura del año se vendió menos del 30% de la cosecha, cuando debería haber llegado al 50%. Sin embargo, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, se mostró confiado en cumplir las metas con el FMI pese a reconocer que el aumento del precio de la energía está afectando la capacidad de acumular reservas “en el corto plazo”.

“No creemos necesario un ajuste que contraiga la demanda agregada ni una devaluación violenta, con los efectos que tiene sobre la inflación y la pobreza en nuestro país. Lo que necesitamos es que los importadores financien parte del incremento de su importación este año”, aseveró Pesce, quien aseguró que se cumplió el objetivo de acumulación de reservas fijado para junio con el FMI y que sucederá lo mismo en septiembre.

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