El superávit comercial argentino se redujo en abril a U$S204 millones, registrando así su segundo nivel más bajo desde diciembre de 2023. De acuerdo con el informe publicado por el INDEC, las exportaciones cayeron 5,7% frente a marzo y las importaciones crecieron 2,6% en el mismo período, impulsadas por la apertura comercial, el atraso cambiario y un repunte en la actividad económica.
En valores totales, las exportaciones alcanzaron U$S 6.664 millones, apenas un 2,3% más que en abril de 2024. Este leve avance se explicó principalmente por mayores ventas de aceite de girasol, oro, carnes y vehículos. En contraposición, los principales retrocesos se observaron en derivados de soja y petróleo.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina consideró que las expectativas de un cambio en la política cambiaria pudieron haber retrasado algunas operaciones de exportación. En ese sentido, el nuevo esquema de bandas de flotación iniciado por el Gobierno a mediados de abril —que implicó una suba cercana al 9% del dólar oficial— incidió en la dinámica de comercio exterior.
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La energía no logra compensar el bajo desempeño externo
A pesar de que la balanza energética arrojó un superávit de U$S 461 millones, se trató de una caída frente a los U$S579 millones del mismo mes del año anterior. La disminución de los precios internacionales incidió en esta merma.
Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, señaló que las cantidades exportadas se encuentran estancadas, especialmente las manufacturas de origen agropecuario (MOA), que no muestran crecimiento desde 2008, y las de origen industrial (MOI), sin cambios significativos desde 2018.
Desde Argendata se indicó que, si bien las exportaciones energéticas crecieron desde 2015, aún se mantienen un 30% por debajo del nivel de 2004 y no logran compensar la débil performance del resto de los sectores.
Importaciones cerca del récord histórico
Las importaciones ascendieron a U$S 6.460 millones en abril, un incremento del 37,3% interanual y del 2,6% respecto de marzo. El principal impulso provino del sector automotor, que también generó un déficit de U$S796 millones, más del doble que en abril de 2024.
Schteingart apuntó que las cantidades importadas de bienes de capital y de consumo alcanzan niveles récord, favorecidas por un dólar apreciado y una mayor apertura comercial. En contraste, los bienes intermedios no muestran igual recuperación, ya que actualmente se importan más productos terminados.
El efecto precio también jugó un rol importante: si se hubieran mantenido los valores de abril de 2024, la balanza comercial hubiese arrojado un déficit de U$S49 millones.
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Comercio con socios y proyecciones
El mayor superávit comercial se registró con países extra Mercosur, en especial con Chile (U$S477 millones) y Perú (U$S238 millones). También se destacaron los saldos positivos con India (U$S354 millones) y Medio Oriente (U$S514 millones). En cambio, los principales déficits se observaron con China (-U$S999 millones) y Brasil (-U$S697 millones), producto de mayores compras de autos y menores ventas de combustibles y cereales.
En el primer cuatrimestre, el superávit acumulado fue de U$S1.265 millones, muy por debajo de los U$S6.208 millones registrados en igual período de 2024. A precios constantes, se hubiera registrado incluso un déficit de U$S167 millones.
De cara al cierre del año, las proyecciones de la consultora Abeceb estiman un superávit anual de aproximadamente U$S8.000 millones, menos de la mitad del alcanzado el año pasado. Sigaut Gravina advirtió que, de no mediar una corrección cambiaria, las importaciones seguirán creciendo por mayor actividad y sustitución de producción nacional.