El consumo sigue sin mostrar señales de recuperación en la segunda mitad del año. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas en supermercados registraron en septiembre una caída de 0,2% desestacionalizado frente a agosto y acumularon seis meses consecutivos de retrocesos. A nivel interanual, el descenso fue de 0,8%, pese a que el acumulado enero-septiembre aún conserva un alza real de 2,7%.
A precios corrientes, la facturación totalizó $1.962.363 millones, un incremento nominal de 23,8% anual impulsado principalmente por el aumento de precios. Entre los rubros con mayores subas se destacaron “Indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (53,4%), “Carnes” (45,2%) y “Alimentos preparados y rotisería” (35,2%).
El uso de tarjeta de crédito concentró 44,1% del total vendido, seguido por débito (26,4%), efectivo (16,2%) y otros medios de pago (13,3%), categoría que incluye billeteras virtuales y QR, y que mostró el mayor dinamismo.
Profundización de la caída en mayoristas
El deterioro del consumo fue aún más marcado entre los autoservicios mayoristas. En septiembre, las ventas a precios constantes retrocedieron 13,1% interanual, su peor desempeño en lo que va del año. La serie desestacionalizada mostró una baja mensual de 5,2%, mientras que la tendencia-ciclo cayó 1,5%.
El acumulado enero-septiembre registra una contracción real de 7,4%. A precios corrientes, las ventas sumaron $287.852,7 millones, un incremento nominal de 7,9% respecto del año anterior. Entre los rubros con mayores aumentos se destacaron “Carnes” (29,9%) y “Panadería” (15,6%).
En los medios de pago, los “otros medios” crecieron 62,5% interanual y ya representan 32,9% del total. En contraste, el efectivo y el débito mostraron descensos de 6,8% y 21,2%, respectivamente.
Tanto supermercados como mayoristas exhibieron señales claras de enfriamiento del consumo. Las caídas reales consecutivas y el menor dinamismo en la mayoría de los rubros reflejan una demanda interna que continúa bajo presión, afectada por la pérdida de poder adquisitivo y la cautela de los hogares frente al contexto económico.
