“La producción ya no aguanta”, advirtió Salvador Femenia, secretario de Prensa de CAME. Según explicó, los costos subieron 25 %, impulsados por tarifas y menor volumen de actividad. “Al haber menos producción, el costo unitario sube por los costos fijos”, señaló.
Además, advirtió que 80 multinacionales ya abandonaron el país. “El mercado está achicado. No hay rentabilidad, no pueden girar dividendos. Y aunque el cepo se levante en 2026, hoy no hay clima para quedarse”, dijo.
Femenia alertó sobre el cierre masivo de proyectos jóvenes. “Muchos arrancaron con sus ahorros, pero no hay consumo ni crédito, y la sobrevida es muy corta”.
Para Ernesto Del Burgo, titular de la Cámara de Innovación Textil Argentina, el sector enfrenta un combo de importaciones, recesión y trabas estructurales: “La gente compra solo por precio. Lo que era contrabando ahora entra como importación”.
Pese al uso de tecnología de punta, las ventas siguen en caída. “El consumo está tan deprimido que parece congelado”, afirmó. Sin embargo, sostuvo: “O me pongo a llorar, o vendo pañuelos. Y nosotros elegimos vender pañuelos”.