¿Cuáles son las propuestas electorales de UxP, JxC y los libertarios para el sector agropecuario?

La Sociedad Rural fue escenario de propuestas de precandidatos, debatiendo entre un modelo agroexportador del siglo XX y otro que busca una matriz económica basada en la industrialización.

¿Cuáles son las propuestas electorales de UxP, JxC y los libertarios para el sector agropecuario?

La tradicional exposición de la Sociedad Rural Argentina se convirtió esta semana en caja de resonancia de las propuestas para el sector de los precandidatos presidenciales de las fuerzas mejor posicionadas electoralmente y renovó la pulseada entre un modelo agroexportador, propio de principios del siglo XX, y otro que postula un cambio de matriz económica sustentada en la industrialización.

La transferencia de ganancias de un sector concentrado y de baja generación de empleo hacia un desarrollo económico más equitativo generó el lunes pasado contrapuntos en el predio rural del barrio porteño de Palermo ante las tribunas del empresariado agroexportador.

Bajo el precepto de «devolverle la rentabilidad» y hacer que el Estado «deje de chuparle la sangre» al campo, los precandidatos presidenciales y adversarios internos de Juntos por el Cambio (JxC) Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, por un lado, y el aspirante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, por el otro, buscaron -con matices- endulzar los oídos de la patronal agropecuaria.

De cara a los representantes mayoritarios de los agronegocios, históricamente definidos como antiperonistas, Larreta y Bullrich prometieron uno de los puntos centrales de la plataforma electoral de JxC: eliminar las retenciones «que detienen el potencial de la agroindustria y de las economías regionales».

Además, ratificaron otra iniciativa también plasmada en el documento presentado ante la Cámara Nacional Electoral (CNE): «Terminaremos con los múltiples tipos de cambio y el cepo» y «quitaremos el peso del Estado sobre quienes producen».

«Avanzaremos en la eliminación de trabas y regulaciones, la simplificación del cumplimiento tributario, la digitalización de todos los tramites, impulsaremos la simplificación federal y la recuperación de las SAS (Sociedades por Acciones Simplificadas)», sostiene JxC.

Esas sociedades quedaron bajo la lupa este año cuando se constató en una investigación judicial que la falta de controles permitió a la banda de Los Monos constituir algo más de 40 de este tipo de empresas para lavar el dinero que obtenía de la venta de droga.

Por último, en la síntesis de sus principios y propuestas, la excoalición Cambiemos expresa: «Queremos que quienes inviertan se puedan enfocar en el desarrollo de sus negocios: consiguiendo nuevos clientes y mercados» y deja ver una convicción primaria que es refutada por la historia reciente.

En el 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, quien había eliminado entonces las retenciones (las reinstauró en el 2018), las exportaciones mostraron el peor índice de crecimiento de toda una década y, por el contrario, durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, aun con retenciones, la exportación de soja alcanzó un volumen inigualable (en el 2008 los precios de los commodities fueron los más altos de la historia).

En cambio, en su doble rol de ministro de Economía y precandidato presidencial de UxP, Sergio Massa dio un claro indicio de que le dará un tratamiento diferenciado al sector, al que definió como uno de los «motores de la economía».

De hecho, anunció la eliminación de retenciones a las economías regionales, un segmento que genera mayor volumen de empleo y agrega valor a sus productos.

Algunos de estas ideas están plasmadas en la plataforma de UxP: «Desarrollar e implementar tecnologías y políticas de innovación para transformar la producción ganadera; desarrollar nuevas políticas agrícolas para consolidar el liderazgo global, promover un salto histórico en el valor de las exportaciones 2024-2028 y desarrollar sectores estratégicos para la sustitución de importaciones».

Al pisar el predio de La Rural, Massa sumó su nombre al corto listado de funcionarios y candidatos peronistas que hicieron pie en la muestra en las últimas décadas: Carlos Menem, en varias inauguraciones que coincidieron con sus mandatos en la década de los ‘ 90 y Néstor Kirchner, que esquivó las aperturas formales, pero recorrió la exposición en breves visitas en el 2003 y en el 2004.

Con el objetivo de revincular al peronismo con los empresarios del campo, Massa lanzó una serie de medidas, entre las que se destacó la aplicación de un dólar diferencial de $340 para las exportaciones de maíz.

Le pidió al sector agropecuario que comprenda «la coyuntura», marcada por los condicionamientos del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la sequía.

«Creemos que es fundamental que el Congreso sancione la ley de Agroindustria porque entendemos que el mayor valor agregado de nuestra exportaciones servirá para bajar la presión sobre la producción primaria en materia impositiva», apuntó el ministro.

Pero además, tras las ponencias de sus adversarios electorales, reclamó sinceridad en cuanto a lo que «se puede y no se puede hacer»: «Consignas fáciles y lindas para la tele, sin correlato con las cuentas, son sólo pan para hoy y hambre para mañana», enfatizó.

Puso como ejemplo, en cambio, al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y ponderó el aporte que representará para el sector agrícola porque permitirá «desarrollar con Brasil y Paraguay un programa de inversión, producción y comercialización en materia de fertilizantes».

En las antípodas de esta mirada de UxP, Milei, máximo exponente del partido de extrema derecha LLA, también buscó esta semana congraciarse con la dirigencia agropecuaria.

«Consideramos que el campo argentino es el mejor del mundo. Trabajaremos para devolverle la rentabilidad y la vitalidad que se le ha quitado en los últimos años chupándole la sangre», afirmó el diputado nacional.

El economista ultraliberal fue más allá y, no sólo se refirió a la «idea nefasta de la justicia social», sino que también ofreció una «unificación cambiaria de facto» para ratificar así parte de las políticas que la fuerza de extrema derecha dice que pondrá en práctica en caso de llegar al Gobierno.

«Ser una potencia agropecuaria» es clave para LLA -según se lee en su plataforma electoral-, aunque no hay indicios sobre el modelo de desarrollo, pero sí se plantea como «urgente» la eliminación de «todos los impuestos distorsivos empezando por los derechos de exportación».

Recomienda también llevar a «importes mínimos» los impuestos inmobiliarios rurales y materializar una reforma laboral que tienda a la «reducción de los costos laborales» y frene la «industria del juicio».

Entre otras ideas, Milei propone «unificar» trámites en AFIP, SENASA, INTA, INASE y Rentas, entre otras, y derogar la Ley de Tierras «para que cualquier persona, nacional o extranjera tenga libre acceso a la propiedad» de los territorios.

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