El Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió ayer incrementar en 300 puntos básicos la tasa de política monetaria que define el interés que pagan los plazos fijos, hasta el 78% nominal anual (TNA), luego de la disparada inflacionaria de febrero, que registró un aumento del 6,6%.
La decisión de la autoridad monetaria va en línea con el acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige el compromiso de mantener tasas reales positivas. La tasa de política monetaria se aplica a través del rendimiento de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, el principal instrumento del BCRA para regular los agregados monetarios, que a partir de hoy pasará a rendir 78% anual en lugar del 75%, como venía siendo.
De esta forma, los plazos fijos tradicionales de hasta 10 millones de pesos pasarán de rendir un 6,25% a 6,5% mensual para los depósitos con vencimiento a 30 días; mientras que la tasa efectiva anual (TEA) de un plazo fijo de estas características será de 112,9% anual. “El BCRA continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas”, señaló el organismo monetario en un comunicado.
Por otra parte, el banco decidió mantener la tasa de los pases a un día en 72% nominal anual y en las tasas de interés activas reguladas correspondientes a las líneas preferenciales para Mipymes y tarjetas de crédito. De este modo, las tasas de interés se acercan a un terreno positivo en términos reales respecto a la evolución de la inflación, aunque también existen los plazos fijos UVA +1%, que aseguran un retorno igual a la inflación más un 1% anual.
El Banco Central aseguró que tiene como meta fijar una tasa de interés real positiva este año de modo que supere al nivel general de precios y, así, se garantice la protección del ahorro en pesos. “El Central está tratando de dar una señal de que la inflación del primer trimestre es transitoria, por eso no va a fondo y aplica una suba de tasas más bien tibia”, señaló a Télam Ricardo Delgado, socio y director de Analytica Consultora.
Sin embargo, planteó que el dilema que enfrenta la autoridad monetaria es la carga para su balance del pago de intereses de los pasivos remunerados, por los que tuvo que pagar 590.000 millones de pesos solo en febrero, y ya representan el principal factor de emisión. “El problema para el Central es que, a diferencia de otros países, subir la tasa no afecta tanto a la demanda agregada por la baja penetración del crédito bancario. En cambio, lo perjudica porque lo obliga a acelerar la depreciación del tipo de cambio, para evitar romper su hoja de balance al tener demasiados pesos por cada dólar en sus reservas”, explicó Delgado.
Se dispararon las canastas de la pobreza
El costo de los artículos de las canastas de alimentos esenciales (CBA) subieron durante febrero 11,7% y acumulan en los últimos doce meses 115,1% de incremento, casi duplicando el índice de la inflación del último mes del 6,6% y sacándole 12 puntos a la acumulada del 102,5%, según informó el Indec.
Por su lado, la Canasta Básica Total (CBT) registró un incremento del 8,3% en el segundo mes del año y acumula un 111,3% de suba interanual. El aumento de las canastas por encima de la inflación tanto mensual como interanual evidencia que la suba de precios golpea más sobre los sectores vulnerables, ya que estos índices son claves en el cálculo de la pobreza y la indigencia de la población.
De esta manera, en febrero una familia de 4 personas para no caer en la pobreza necesitó contar con ingresos mínimos de $ 177.063, y para no caer en la indigencia $ 80.483. Para una persona adulta, en diciembre pasado el costo de la CBT fue de $ 57.302 y el de la alimentaria de $ 26.046.