Una delegación del equipo económico viajará esta noche a Washington para dar las puntadas finales al acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para los últimos días de esta semana se esperan las definiciones sobre el acuerdo, que incluirían un adelanto en los desembolsos del organismo.
Una conversación clave del ministro de Economía, Sergio Massa, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, ocurrida durante el fin de semana, ayudó a destrabar unas negociaciones en las que el gobierno de los Estados Unidos tiene un papel clave.
Ese diálogo le dio a Massa los indicios necesarios para concluir que podría finalmente alcanzarse un acuerdo técnico este viernes, según manifestaron fuentes del equipo económico a Télam.
De esta forma, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de Gabinete de Asesores, Leonardo Madcur; y el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri, partirán en la próximas horas rumbo a la capital estadounidense para negociar las cláusulas del acuerdo con el FMI y acceder a nuevos recursos que permitan apuntalar las reservas internacionales.
En cuanto a los adelantos en los desembolsos que podría lograr el Gobierno, desde Washington circula el rumor que la cifra alcanzaría los 8.500 millones de dólares, aunque la fuentes de Economía consultadas evitaron dar precisiones al respecto.
Los fondos pendientes del programa que la Argentina mantiene con el FMI para la segunda mitad del año suman en total 10.400 millones de dólares aproximadamente.
Argentina había solicitado un adelanto parcial o total de los mismos, en medio del año electoral y por los efectos de la sequía, que significaron una pérdida para el país de alrededor de 20.000 millones de dólares.
Si todo llega a buen puerto, se presume que viajaría a los EEUU el propio Massa para terminar de rubricar el acuerdo y que este mismo viernes podría ser firmado el denominado ‘staff level agreemernt’ (SLA), que luego debería ser aprobado por el Directorio.
En ese caso, Massa lograría el acuerdo técnico antes de que el directorio del FMI entre en receso por las vacaciones del verano boreal, que suelen extenderse a lo largo del mes de agosto.
El entendimiento aportaría una mayor calma los mercados en medio de la actual campaña electoral.
Lo que quedaría pendiente de resolución es si el acuerdo técnico será tratado por el Directorio antes del receso de verano, ya que el plazo formal desde la confirmación del entendimiento hasta que lo trate la máxima autoridad del organismo suele demorar alrededor de dos semanas.
El Ministerio de Economía había solicitado pagar los vencimientos del corriente mes por 2.700 millones de dólares a fines de julio, precisamente a la espera de un acuerdo con el organismo.
Esta semana se conocerá un dato clave de la marcha de las cuentas públicas, el déficit fiscal, que permitirá saber si continuó la baja en el gasto en términos reales.
Este dato, entre otros, es parte de monitoreo constante por parte del staff técnico del organismo.
No obstante, a causa de la profunda sequía, la mayoría de las metas contempladas en el acuerdo alcanzado en marzo de 2022 quedaron obsoletas, por lo que de ahí surge la reformulación que se negocia y que estaría a punto de concretarse.
En rigor, las negociaciones en curso entre el FMI y la Argentina para reformular el programa suscripto en marzo de 2022, llevan casi tres meses.
El jefe del Palacio de Hacienda había señalado días atrás que la Argentina «está muy cerca» de acordar con el FMI, al tiempo que remarcó que ese entendimiento se iba a lograr «defendiendo una idea de país de desarrollo con inclusión, sin resignar la capacidad soberana y sin rendirse al altar del ajuste fiscal».
«Negociar con el Fondo por estas horas -resaltó Massa-, requiere una mirada propositiva, tener convicción respecto de que la Argentina es un país con obligaciones que cumple, pero un país soberano. La determinación de saber qué se defiende a la hora de negociar y la convicción de saber cómo se fijan prioridades».
Desde el organismo multilateral, la vocera del FMI, Julie Kozack, manifestó el jueves último que «el foco de estas discusiones son alternativas para fortalecer el programa de las autoridades».
«Mientras se reconoce el impacto de la sequía en la economía, y esto incluye la revisión de políticas para salvaguardar la estabilidad, fortalecer la acumulación de reservas, mejorar la sustentabilidad fiscal y salvaguardar a los más vulnerables», sostuvo Kozack.
A pesar de la crisis que enfrenta en materia de reservas, la Argentina apeló a mecanismos que se encuentran a su alcance para seguir cumpliendo con sus compromisos con el FMI.
En ese marco, recurrió a mecanismos ad hoc, como pagar con DEG y yuanes, estos últimos gracias al swap implementado con China.