El freno del Gasoducto Kirchner costará US$ 500.000.000 de más

La suspensión de la obra pública derivó en una fuerte crisis en la provisión de gas

El freno del Gasoducto Kirchner costará US$ 500.000.000 de más

El Gasoducto Néstor Kirchner trabaja actualmente a la mitad de su capacidad.

La ola polar que cubre a la Argentina y provoca temperaturas bajo cero en diferentes partes del país generó una crisis inédita a las puertas del invierno, disparando la demanda de gas al punto que el Gobierno tuvo que interrumpir el servicio al sector industrial y a las estaciones de GNC.

Como fondo, planea una fuerte contradicción de la gestión de Javier Milei generada por la suspensión total de la obra pública, que terminó afectando al Gasoducto Néstor Kirchner (GNK). En efecto, al inicio de su gestión, Milei suspendió los pagos a las empresas constructoras que están a cargo de las obras del monumental gasoducto, que actualmente trabaja a la mitad de su capacidad por los retrasos en las obras que produjo la decisión del jefe de Estado.

De hecho, a través de Enarsa, el Gobierno le debe US$ 30.000.000 a Sacde y US$ 10.000.000 a Contreras, lo que forzó a ambas empresas a trabajar por debajo de su capacidad en las obras de finalización del gasoducto. Si la empresa estatal hubiese pagado en tiempo y forma, ambos proyectos ya estarían terminados a esta altura del año. El GNK transporta en la actualidad 11.000.000 de metros cúbicos de gas por día (m3/d), pero si las plantas comprensoras de Tratayén, Salliqueló y Mercedes estuviesen en funcionamiento la capacidad ya se hubiese ampliado a 22.000.000.

La paradoja es que el gobierno de Milei se ahorró de pagar US$ 40.000.000 con las empresas constructoras -una deuda que todavía mantiene-, pero ahora deberá desembolsar US$ 500.000.000 para importar el gas que podría haber tenido sin costos -excepto los operativos- si el GNK funcionara a pleno. Si hubiese girado los fondos cuando correspondía, las plantas ya estarían terminadas y la capacidad de transporte del gas proveniente de Vaca Muerta se hubiese duplicado.

Ahora, la planta compresora de Tratayén, a cargo de Sacde, podría entrar en funcionamiento con suerte a mediados de junio, lo que permitiría inyectar 5.000.000 de m3 diarios adicionales al sistema. Eso representaría un ahorro de hasta US$ 350.000.000 de dólares por año en sustitución de combustibles líquidos e importación de GNL, según los especialistas. En tanto, la planta de Salliqueló recién estaría lista en septiembre.

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