El Gobierno abonó unos US$ 2.500 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondiente a una de las cuotas del crédito standby prestado, a partir del año 2018, durante la administración del ex presidente Mauricio Macri.
La gestión actual espera que con este desembolso se apruebe la tercera revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas, que destrabaría la llegada de una suma de US$ 6.000 millones otorgada por el organismo para fortalecer los números del Ejecutivo, sobre todo las reservas del Banco Central.
A partir de la renegociación del préstamo de US$ 45.000 millones tomado por el Gobierno de Macri, se estipuló un nuevo programa donde se contempla desembolsos de similar magnitud del organismo para hacer frente con dinero fresco a cada vencimiento del acuerdo de stand by.
En el marco de la aprobación de la revisión y el desembolso de los US$ 6.000 millones, la preocupación del Gobierno está puesta ahora en contar con ese dinero antes del 31 de diciembre, para cumplir la meta de reservas estipuladas para fines de 2022.
Sin embargo, el ministro de Economía, Sergio Massa, aspira a sobre cumplir el compromiso con lo recaudado a través del programa “Dólar Soja” (en al menos US$ 1.000 millones de más).
Por otro lado, especialistas alertan que la cantidad de dólares liquidados por las cerealeras en el ámbito del Programa de Incentivo a las Exportaciones (PIE) es menor al esperado, obligando al Gobierno a regular más la entrada de importaciones.
“El programa podría no llegar a cumplir el objetivo establecido de US$ 3.000 millones, ya que los productores están renuentes a desprenderse masivamente de sus granos a un tipo de cambio de $ 230 de cara a un 2023 de sequía en el que los escenarios más extremos la estiman más dañina que en 2008/2009”, señalaron desde Portfolio Personal Inversiones (ver Panorama…).
Al mismo tiempo, a pesar de que la titular del FMI, Kristalina Georgieva, prometió al presidente Alberto Fernández revisar los sobrecargos que cobra el organismo a los países que piden dinero por encima del cupo que les corresponde, el organismo decidió mantener esos recargos por el momento, que le cuestan al país unos US$ 1.000 millones por año. Vale recordar que el préstamo otorgado a la gestión de Macri fue el más grande en la historia del FMI.
Asumió el nuevo presidente del BID
El economista brasileño Ilan Goldfajn asumió ayer la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con la misión de consolidar al organismo multilateral de crédito como el principal banco de desarrollo de la región.
Para Goldfajn, “el BID tiene que volver a ser la institución más importante de América Latina”, según afirmó. El economista iniciaría funciones a mediados de enero, tras la desafectación de Mauricio Claver Carone por beneficiar a una empleada de la organización, con la que mantenía una relación sentimental. El brasileño conducirá al BID en un contexto de inflación mundial, junto a la guerra de Ucrania como principal condicionante.
Goldfajn fue director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, desde donde gestionó el mega préstamo a Argentina en 2018 y presidente del Banco Central de Brasil durante el gobierno de Michel Temer.