El Gobierno desregula el sector eléctrico: los principales cambios

El plan incluye libre contratación, transparencia en la facturación y una ambiciosa ampliación del transporte eléctrico.

El Gobierno desregula el sector eléctrico: los principales cambios

El Gobierno nacional desreguló el sector eléctrico a través del decreto 450/2025, promoviendo la competencia y la inversión privada.

El Gobierno nacional avanzó en una profunda transformación del mercado eléctrico mediante el Decreto 450/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial. La norma modifica marcos legales vigentes y dispone la apertura total del comercio internacional de electricidad, habilita contratación libre entre privados, promueve la libre elección del proveedor para usuarios finales y regula facturación transparente, sin cargos ajenos al servicio.

La medida también permite por primera vez el ingreso de capital privado en Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal que opera las centrales nucleares, manteniendo el control estatal pero abriendo la posibilidad de alianzas para financiar proyectos como Atucha III.

La reforma introduce varias medidas clave:

1) Apertura total al comercio internacional: Se habilita la apertura total al comercio internacional de energía eléctrica, estableciendo reglas claras y previsibles. El Estado solo podrá objetar operaciones por razones técnicas o de seguridad del suministro.

Una de las reformas más destacadas es la que afecta a NASA, que hasta ahora mantenía su operación bajo control exclusivo del Estado. El nuevo marco habilita la participación de inversores privados con capacidad técnica y financiera, sin ceder la titularidad estatal, pero permitiendo sociedades y consorcios para ejecutar obras, mantener centrales y desarrollar nuevos proyectos nucleares.

2) Contratos entre privados: Se restablece y fortalece la posibilidad de celebrar contratos de compraventa entre privados, revirtiendo lo establecido en 2013. Esto busca promover la previsibilidad, la estabilidad en el abastecimiento y las inversiones de largo plazo en el sector.

3) Libre elección del proveedor: Se ratifica la libre elección del proveedor por parte de los usuarios finales, garantizando que los consumidores puedan decidir con quién contratar su energía sin obstáculos regulatorios ni trabas operativas.

4) Transparencia en la facturación: Se introducen mecanismos regulatorios para que el usuario sepa qué paga. La factura no podrá incluir tributos de orden local ni cargos ajenos a los bienes y servicios efectivamente facturados.

En línea con esta desregulación, el Gobierno busca impulsar la inversión en infraestructura estableciendo múltiples alternativas para el desarrollo de la infraestructura de transporte eléctrico, procurando la inversión privada y habilitando la libre iniciativa a propio riesgo.

Esta desregulación se vincula con un plan reciente del Gobierno nacional que estableció un listado de obras prioritarias en todo el país para mitigar cuellos de botella y fortalecer el Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Dichas obras serán financiadas y ejecutadas por empresas privadas a través del esquema de concesión de obra.

El ambicioso plan de expansión del transporte eléctrico contempla la incorporación de 5.610 nuevos kilómetros de líneas, lo que representa un aumento del 38.3% sobre la extensión actual del SADI. Esta inversión, que supera los US$6.600 millones de dólares, permitirá asegurar el buen funcionamiento del SADI.

El decreto que impulsa esta transformación fija un período de transición de 24 meses, durante el cual se deberá adecuar toda la normativa complementaria y garantizar una implementación gradual, ordenada y previsible de esta transformación.

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