El Gobierno nacional cerró la planta de fabricación de billetes Ciccone Calcográfica, que fuera estatizada por el kirchnerismo tras el escándalo del ex vicepresidente Amado Boudou, que fue condenado por comprar la empresa a través de amigos y testaferros. La decisión implicaría el despido de 270 personas, que por ahora fueron “dispensadas” de trabajar.
“Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, en sus redes sociales.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que cerraron “definitivamente la planta ex Ciccone, uno de los grandes emblemas de la corrupción kirchnerista”. Adorni aseguró que el Estado Nacional “ya no fabricará más billetes: los argentinos se van a ahorrar $ 5.040 millones anuales”.
En efecto, con el cierre de Ciccone Calcográfica, el Estado argentino pierde definitivamente la capacidad de imprimir billetes, ya que a fines de octubre el Ejecutivo intervino por 180 días la Casa de la Moneda con el objetivo final de privatizarla o cerrarla. Incluso, en los últimos días el Banco Central puso en circulación el nuevo billete de $ 20.000 que lleva la imagen de Juan Bautista Alberdi, que fue impreso en China.
La autoridad monetaria se dispone a licitar la impresión de otros $ 540.000.000, donde la nación asiática es favorita para volver a fabricarlos por un tema de costos pero también por las deudas que la Casa de la Moneda mantiene con otros oferentes que, por esta situación, no podrían participar de la compulsa.
No está claro por qué resultaría más barato importar billetes del exterior en lugar de imprimirlos en el país, pero Caputo confirmó que las instalaciones de Ciccone serán subastadas y “la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes”. Hay poco menos de 1.000 operarios que temen por sus fuentes de trabajo, entre Ciccone y la Casa de la Moneda.