Tras las quejas de los gobernadores patagónicos y los sectores pesqueros, el Gobierno anunció ayer que dará marcha atrás con los artículos de la Ley ómnibus que incluían modificaciones al régimen de pesca y explotación de los mares argentinos. Así lo confirmó el propio ministro del Interior, Guillermo Francos, luego de la reunión que tuvo en la Casa Rosada con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata.
En este marco, desde el gobierno nacional aseguraron que buscaron “clarificar” algunos puntos que estaban dudosos. “La Ley Base que enviamos al Congreso había generado algunas dudas en el sector pesquero y acordamos hacer algunas modificaciones para proteger la pesca nacional en las 200 millas. Quedamos en armar una mesa para tratar estos temas”, sostuvo Francos, en declaraciones a la prensa luego de la reunión.
Asimismo, el ministro del Interior admitió: “A lo mejor (la ley) tenía una parte que no era clara. Todos queremos proteger el trabajo y la industria argentina. Hay que hacer clarificaciones, son dos o tres”, al tiempo que explicó: “Lo que pretendemos es que todo este proceso se haga de una manera eficiente para proteger la pesca argentina dentro de las 200 millas”.
Sin embargo, en su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, salió en defensa de las medidas de desregulación de la ley de pesca. “En el caso de la pesca, la actividad está por debajo de su punto óptimo”, indicó. A su vez, el vocero argumentó que “esta apertura hace que la actividad pueda crecer y no por el contrario que haya pérdida de empleo”. Finalmente, Adorni declaró que el Gobierno está abierto a dialogar “los puntos que puedan generar controversias” y aclaró que “como cualquier ser humano puede cometer alguna cuestión que pueda corregirse”.