Sin Sergio Massa al mando, pero con su figura detrás del proyecto, el oficialismo se prepara para encarar a partir de esta semana el principal y primer gran desafío de la gestión Cecilia Moreau como presidenta de la Cámara de Diputados: la aprobación del Presupuesto 2023.
El camino será difícil, pero si la gestión de Massa en el Palacio de Hacienda pretende ser exitosa no puede repetirse el antecedente del Presupuesto 2022, que no pasó de Diputados por el rechazo de Juntos por el Cambio. Dos años seguidos sin el cálculo de ingresos y gastos complicaría las previsiones macroeconómicas del país, además de los acuerdos internacionales y con las provincias.
Para iniciar el debate, Moreau convocó para mañana a los bloques del Frente de Todos y de la oposición a fin de acordar el mecanismo del tratamiento de la iniciativa oficial, que se empezará a discutir en los primeros días de octubre. El Gobierno nacional envió el pasado jueves a la noche el Presupuesto 2023, que contempla un gasto total de 29 billones de pesos para el próximo año, proyecta un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2%, una inflación del 60% y un déficit primario del 1,9%; así como una reducción de los subsidios para el sector energético y una propuesta parta discutir la eliminación de exenciones impositivas –como el impuesto a las Ganancias para jueces-.
Sin embargo, la oposición ya advirtió que “no hay ninguna posibilidad de una aprobación exprés” de la iniciativa, en palabras del jefe del bloque de diputados del radicalismo Mario Negri. “El principio general es facilitar el Presupuesto pero tiene que ser sincero y mostrar la realidad”, aseveró el legislador radical, quien reclamó que el oficialismo otorgue el tiempo necesario para tratar la iniciativa porque “no hay ninguna posibilidad de que se apruebe en 24 horas”, según insistió. A su vez, el diputado Leandro Santoro (FdT) aseguró que la bancada oficial está trabajando para que “la oposición acompañe” el proyecto y advirtió que “no sé si la sociedad argentina les toleraría que vuelvan a dejar al Gobierno argentino sin Presupuesto”.
Fuerte crecimiento del gasto social
Argentina destinará unos 18,6 billones de pesos a servicios sociales el año próximo, el 64,3% del total de erogaciones previstos en el Presupuesto 2023.
Los fondos destinados a servicios sociales subirán casi 72% con relación a este año -por encima de la inflación del 60% prevista para el 2023-. De este total, unos 12,95 billones de pesos serán destinados a “Seguridad Social”, en especial jubilaciones, pensiones y planes asistenciales como la Asignación Universal por Hijo (AUH). Los beneficiarios de la seguridad social sumarán unas 19.000.000 de personas el año próximo.
La iniciativa contempla una inflación del 60% y un crecimiento del 2%, mientras no prevé nuevos impuestos ni cambios en las retenciones a las exportaciones. “Vamos a bajar el déficit ordenando la macroeconomía y reduciendo la emisión monetaria, que además ayudará a bajar la inflación”, indicaron desde el Ministerio de Economía.
La iniciativa también incluye la posibilidad de blanqueos de dólares para el pago de importaciones de insumos y servicios destinados a procesos productivos, y para la construcción de proyectos inmobiliarios o la adquisición de viviendas usadas.