Los precios del crudo, que subían en torno al 2% durante casi toda la sesión de ayer, acentuaron su senda ascendente y avanzaron al cierre de esta edición un 4% ante la posibilidad de que Israel ataque instalaciones petroleras de Irán. A las 17 horas (15:00 GMT), el Brent, el crudo de referencia en Europa, se encarecía un 3,9 % y rondaba los 76,7 dólares por barril, aunque ha tocado los 77,65 dólares, el nivel más alto desde agosto, según datos de Bloomberg.
El West Texas Intermediate, referente en Estados Unidos, subía un 4,1% a esa hora y superaba los 73 dólares por barril. Este repunte de los precios del petróleo se ha producido después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconociera ayer que está sobre la mesa un posible ataque de Israel a instalaciones petroleras iraníes.
Los precios del petróleo, que mantenían una larga racha descendente, iniciaron la senda alcista el martes, tras conocerse que Irán preparaba un ataque con misiles contra Israel. Desde ese momento, las tensiones geopolíticas han ganado protagonismo. Irán es uno de los 10 mayores productores del mundo: superó los 3,3 millones de barriles diarios en agosto, la cantidad más alta de los últimos cinco años, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Irán exporta la mitad de su producción, lo que representa aproximadamente el 2% del suministro mundial. Además, la escalada del conflicto militar entre Irán e Israel podría provocar el restablecimiento de las sanciones estadounidenses a las exportaciones de petróleo iraní, lo que haría subir aún más los precios.