La Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó la apelación solicitada por la República Argentina contra embargos de bonistas que siguen en default. El país había intentado evitar un fallo anterior que habilitó a un grupo de acreedores a embargar activos soberanos por unos US$ 310 millones que estaban depositados en una cuenta del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en la Reserva Federal de Estados Unidos, Alemania y Suiza.
Según trascendió, estos dólares, que están vinculados a los bonos Brady, emitidos durante la década de 1990 y que vencieron en 2023, serán tomados por los acreedores. Ya en octubre del año pasado, la Corte Suprema británica había emitido un fallo en contra de la Argentina, en el juicio conocido popularmente como ‘Cupón PBI’ que obligó a pagar más de US$ 1.300 millones de euros (más intereses) a un grupo de bonistas.
Los beneficiarios de este nuevo fallo realizarán formalmente un pedido de embargo a la jueza Loretta Preska para que, de esa manera, lo autorice y lo presente en las mesas de entrada de la Reserva Federal de Nueva York, tanto en la sede de Estados Unidos como en las otras dos.
Con esa autorización, los ganadores del litigio podrían tomar posesión de los US$ 310 millones, aunque no cubra la totalidad del pago, dado que el monto final es de US$ 450 millones.
Los acreedores integran un grupo de seis holdouts, que seguían sin cobrar una sentencia anterior del juez Thomas Griesa y, como Argentina no abonó lo que correspondía, actualmente poseen US$ 450 millones en demandas y en sentencias firmes.
Al respecto, especialistas afirman que se había pedido el embargo de los bonos Brady que Argentina tiene en la Reserva Federal de Nueva York, que son alrededor de US$ 250 millones, y en Basilea, unos US$ 58 millones de euros.