El Banco Central de la República (BCRA) siguió ayer con una nueva ronda de ventas por US$ 64.000.000 tras un lunes negativo, en lo que se encamina a ser el segundo mes consecutivo con ventas netas en el mercado de cambios. Con los últimos movimientos del Central, las reservas brutas descendieron otros US$ 140.000.000 y quedaron en US$ 26.992 millones, un piso en los últimos meses -desde el 19 de febrero (cuando cerraron en US$ 26.857 millones)-, con lo que se apresta a cerrar julio con saldo negativo por su intervención cambiaria. Un informe estimó que las reservas netas son negativas en más de US$ 5.000 millones.
Si bien la intervención cambiaria del central tuvo resultados, ya que el dólar libre volvió a bajar a $ 1.385 –acortando la brecha cambiaria por debajo del 50%-, al mismo tiempo crece la preocupación del mercado por la capacidad que tendrá el gobierno de Javier Milei de sostener la situación y afrontar sus compromisos financieros, que se profundizan en 2025. “El volumen operado hoy (por ayer) en el segmento de contado es el más elevado del mes y el más alto desde el 18 de junio pasado”, alertó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
El panorama indica que en lo que va de julio el Banco Central registra un saldo vendedor de US$ 100.000.000 por su intervención cambiaria: de mantenerse la tendencia, hoy cerraría el ejercicio mensual en rojo. La semana pasada, la autoridad monetaria ya había vendido US$ 195.000.000, revirtiendo las compras por US$ 50.000.000 de la semana anterior. Las mayores ventas del sector agropecuario (pasaron de US$ 110.000.000 a US$ 120.000.000 promedio diario) no pudieron compensar el aumento de la demanda del resto de la economía, que saltó de US$ 100.000.000 diarios a US$ 150.000.000.
Un informe que circula en la City porteña da cuenta del deterioro del nivel de reservas netas en las arcas la entidad monetaria, al restarle al stock de reservas brutas conceptos como depósitos privados -una parte de los mismos se contabiliza por encajes- y préstamos, como el “swap” de monedas vigente con el Banco Popular de China. Según ese informe, si al monto de reservas internacionales brutas de US$ 26.992 millones informado ayer por el BCRA se le restan los pasivos, por US$ 32.281 millones, el resultado neto es negativo en US$ 5.289 millones.
Estos pasivos o deuda en el balance del BCRA está compuesto por el “swap” chino (130.000 millones de yuanes, equivalentes a US$ 17.928 millones), Pase Sedesa por US$ 1.918 millones, encajes en dólares por US$ 10.185 millones (diferencia entre los depósitos en dólares en el sistema financiero y los préstamos en dólares otorgados por bancos), y los pagos de Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) previstos para los próximos doce meses, por unos US$ 2.250 millones.
El informe indica que si se toman activos como el oro (unas dos millones de onzas por US$ 4.772 millones) y el tramo sin activar del “swap” (unos US$ 13.101 millones) y se le restan a los mismos los encajes -básicamente son los depósitos privados de personas y empresas-, el resultado es negativo en US$ 1.066 millones. Por lo tanto, en este momento, la entidad monetaria debería contar con parte de los depósitos privados para asumir sus compromisos. Hoy, el BCRA comenzará a pagar además los intereses de su bono en dólares emitido durante los primeros meses de la gestión de Santiago Bausili al frente de la autoridad monetaria (los Bopreales). De acuerdo a estimaciones privadas, los pagos de este mes (hoy) serán de US$ 167.000.000 y exigirán a las arcas del Banco Central poco menos de US$ 1.500 millones hasta fin de año.
Afirman que Caputo cambiará más oro
Tal como hace una semana, ayer se repitieron los rumores sobre el envío de lingotes de oro del Banco Central de la República (BCRA) a Londres, donde el Banco de Basilea lo ofrecería como prenda ante inversores dispuestos a poner fondos frescos en el país.
En efecto, se conoció que el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, envió en las últimas horas un nuevo cargamento de lingotes de oro del banco nacional en un avión comercial a la capital inglesa, donde fungirán como refuerzo para lograr un préstamo repo de unos US$ 1.000 millones a través del Banco de Basilea. Repo es el acrónimo en inglés de “recompra”: la operación consiste en que una entidad financiera vende a un inversor un activo con el compromiso de comprarlo en una fecha determinada a un precio determinado.
“Es un préstamo corto y caro”, sintetizó una fuente del sector financiero que agregó que “esto muestra la desconfianza que genera la Argentina, tiene que empeñar las joyas de la abuela para conseguir guita”.