La AFIP modificó en enero los montos para evaluar los permisos de importación, lo que se tradujo en una baja sustancial del cupo para ingresar mercaderías del exterior.
En rigor, lo que se ajustó fue el CEF (Capacidad Económica Financiera), equivalente al riesgo crediticio de las personas, un trámite que complica las importaciones de muchas compañías.
El malestar en las industrias es generalizado, al punto que la Unión Industrial Argentina (UIA) salió a terciar en el conflicto ante el Gobierno. Si bien la UIA aclaró ayer que no hubo cambios en las metodologías de la operatoria, sino una actualización de los montos para los cupos disponibles, lo cierto es que los importadores denuncian un margen muy acotado para sus operaciones.
“El problema radica en que los montos asignados a las empresas afectadas por esta situación están por debajo de sus operaciones habituales y de acuerdo a los montos proyectados para 2022”, denunció la entidad en una carta a la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
Ayer, el Gobierno explicó que “se perfeccionó el mecanismo de evaluación (del CEF) para evitar abusos que estaban siendo observados por distintas áreas del Gobierno”; mientras que la UIA informó que “hubo un compromiso de la AFIP para agilizar las gestiones y evitar que las empresas puedan enfrentar problemas productivos o de abastecimiento”.