El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volvió a difundir ayer una estadística estremecedora por su impacto social: el costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 5,2 % en junio, por lo que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por 104.227 pesos para no caer en la indigencia.
Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT) -que además de alimentos reúne indumentaria y transporte-, marcó un incremento de 6,7% en junio, por lo que el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por 232.426 pesos para no caer debajo de la línea de pobreza. El Indec informó la semana pasada que la inflación de junio había alcanzado al 6%, 1,8 puntos por debajo del incremento registrado en mayo (7,8%) y 2,4 puntos porcentuales menos que el alza de abril (8,4%)
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas registró en junio una suba de 4,1% con relación al mes anterior, con lo que se convirtió en la de menor variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Ese incremento estuvo explicado por las subas del 33,9% en el precio de la azúcar; 16,6% en yerba mate; 13,1% en el pan francés; 12,7% en arroz blanco; 13,7% en tomate en conserva; y 12,2% en yogurt firme, entre otros. Por el contrario, las bajas más importantes correspondieron al tomate redondo (-26,4%), naranja, 25,9%; limón, 14,5%; lechuga, 5,5%;y pollo entero, 5,3%. En la desaceleración de los precios de los alimentos también influyó la carne, con alzas sensiblemente inferiores a la de los meses anteriores.
De esta forma, en los primeros seis meses del año la Canasta Básica Total acumuló un aumentó 52,4%, mientras que la Alimentaria subió 55,1 %, frente a una la inflación general de 50,7 % en el mismo período. En tanto, en los últimos doce meses, el costo de la CBA avanzó 124% y la CBT 123%. En este mismo período, el índice de precios al consumidor a nivel general acumuló un avance de 115,6%, según los números informados por el Indec.
Lo cierto es que los números hacen prever un nuevo incremento en los índices de pobreza e indigencia. Al cierre del año pasado, el 39,2% de la población se encontraba por debajo de la línea de la pobreza, contra el 37,3% registrado en segundo semestre de 2021. Entre los pobres, el nivel de indigentes ascendió a 6,2% a finales del año pasado, frente al 6,1% del segundo semestre de 2021.
Destacan la caída del poder adquisitivo
La erosión del poder adquisitivo de los argentinos se sigue profundizando, como demuestra la pérdida de valor que experimenta el billete de $1.000 desde su lanzamiento a fines de 2017. Así lo reflejó el informe “Changómetro”, elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
El estudio afirmó que el impacto de la inflación “no es un problema de una cadena específica o de un producto en particular, sino que es algo que afecta a todos los sectores”.
En lo que refiere a los alimentos y bebidas, indicó que se incrementaron más de 15 veces en los últimos cinco años y medio. La economista Nicolle Pisani Claro precisó: “Para comprar hoy lo que comprábamos con $1.000 en alimentos y bebidas en diciembre de 2017, necesitamos más de $15.300, o para comprar la ropa que comprábamos con $1.000 en diciembre de 2017 hoy necesitamos $17.000”.
El estudio toma como referencia a diciembre de 2017, ya que entonces el billete de $1.000 recién se estrenaba. “Si llevamos a la discusión de los nuevos billetes, vemos que necesitaríamos uno de cerca de $15.000 para que tenga el mismo poder de compra que tenía el de $1.000” en 2017, señaló el economista David Miazzo.