La industria argentina atraviesa una de las etapas más críticas de los últimos años. El cierre de la planta de Whirlpool en Pilar, que deja 300 trabajadores despedidos, volvió a encender las alarmas sobre el proceso de desindustrialización que distintos sindicatos atribuyen al modelo económico del Gobierno de Javier Milei.
La fábrica, inaugurada hace apenas dos años con inversiones en dólares y la promesa de producción para el mercado interno y exportación, comunicó que no puede sostener sus operaciones por la caída del consumo, la suba de costos y la retracción general de la actividad.
Essen admitió despidos por el derrumbe de la demanda
En el caso de Essen, la empresa reconoció que debió avanzar con despidos ante la “profunda caída de la demanda”, un fenómeno que se repite en todo el sector metalúrgico. Las ventas de productos para el hogar retrocedieron en dos dígitos interanuales y los niveles de producción quedaron muy por debajo de 2024.
Los trabajadores señalaron que ya se habían reducido turnos, horas extras y operaciones logísticas antes de que se anunciara la desvinculación de empleados. “Era la crónica de un despido anunciado”, lamentaron.
Corven, otro termómetro del parate
La autopartista Corven también confirmó ajustes en su personal. Aunque no difundió cifras oficiales, fuentes gremiales hablan de un recorte sostenido desde mediados de año. La empresa opera en un mercado fuertemente golpeado por la caída de patentamientos, la contracción del crédito y la pérdida del poder adquisitivo.
Un panorama sectorial en rojo
Además de estos casos, otras compañías atraviesan tensiones similares. Granja Tres Arroyos, la mayor productora avícola del país, enfrenta atrasos salariales, reducción de ingresos y posibles cierres temporales de plantas. En el sector comercial, Frávega cerró de manera intempestiva una sucursal en Temperley y evalúa un recorte de hasta 300 empleados a nivel nacional. En la industria autopartista, Dana cerró su planta en Naschel y despidió a 50 trabajadores, mientras que la sueca SKF decidió clausurar su fábrica en Tortuguitas y trasladar la producción al exterior.
Los indicadores industriales confirman el escenario que denuncian los gremios: caída de la producción, menor utilización de capacidad instalada y desplome de las ventas en rubros ligados al consumo masivo y bienes durables.
La UOM volvió a apuntar contra el oficialismo. Desde la seccional Venado Tuerto denunciaron que empresas como Essen y Corven iniciaron recortes que afectan a decenas de familias de la región. “Lo que está pasando no es un caso aislado: es la consecuencia directa de un modelo que expulsa trabajo industrial”, remarcaron.
Para la UOM, lo que ocurre en Pilar, Venado Tuerto y otras localidades del país evidencia una tendencia estructural: “El modelo de apertura irrestricta y recorte de la demanda interna está dejando a cientos de trabajadores sin empleo”, afirmaron.
Mientras tanto, los afectados aguardan definiciones sobre posibles reubicaciones, indemnizaciones y asistencia estatal, en un contexto donde cada cierre se vuelve un golpe adicional para las economías locales.
Las ventas en supermercados cayeron por sexto mes consecutivo
